El control en el acceso a las redes sociales a menores

Vicente Magro

Vicente Magro

La ciberdelincuencia está a la orden del día y está haciendo un daño terrible en muchas víctimas de delitos que van desde los patrimoniales cuando los autores envían mensajes con trampa para que acceda el receptor a los mismos y el delincuente pueda apoderarse de sus claves y de los datos de las cuentas bancarias. Y la verdad es que como mucha gente cae en la trampa cada vez proliferan más.

Cualquier persona, por ello, estará acostumbrada a recibir por correo electrónico mensajes “sugerentes” que hacen caer en la trampa a muchos ciudadanos como los típicos relativos a que hay un paquete para usted, o los de que se le van a anular las claves del banco si no hace click en un lugar del correo electrónico, que es lo que permite al autor acceder a los datos de la víctima, etc.

Pero, además de la delincuencia económica por internet en la ciberdelincuencia, ésta se proyecta de manera grave en delitos de contenido sexual con víctimas mayores y menores de edad, pero, sobre todo, con estos últimos. Por ello, el legislador ha tenido que ir constantemente adaptando el texto del Código Penal a nuevos delitos que, antes de la irrupción tan fuerte en internet de esta nueva ciberdelincuencia sexual, no estaban tipificados como delitos y hacían impunes estas conductas. Ello ha obligado al legislador a incluir nuevos delitos conforme se comprueban los “avances” de la distintas modalidades que tiene la ciberdelincuencia sexual, sobre todo con menores de edad.

En un reciente informe del Ministerio del Interior de 2021 sobre delitos sexuales se recoge que los hechos relacionados con ciberdelincuencia sexual, muestran claramente que dentro de los principales hechos que se ejecutan son los relacionados con víctimas menores de edad. Concretamente, las tres mayores tipologías penales asociadas a hechos contra menores de edad (corrupción con menores de edad, contacto por medio de la tecnología con menores para fin delictivo y pornografía con menores suman el 71,4% del total de los hechos conocidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, añadiendo que las victimizaciones por ciberdelincuencia sexual arrojan como saldo, que algo más de ocho de cada diez casos son menores de edad y que por edades los valores más altos de victimizaciones por hechos asociados a la ciberdelincuencia sexual son los menores de 13 años

Respecto a los rasgos de los autores señala el informe que el grupo de edad de 18 a 30 años presenta las cifras más altas de detenciones / investigados por delitos contra la libertad e indemnidad sexual, seguido por el de 41 a 64 años. Respecto a las tipologías penales, son mayoritariamente la pornografía de menores y contacto por medio de la tecnología con menor de 16 años, los hechos por los que más se detiene en la ciberdelincuencia sexual, seguido de los delitos de corrupción de menores/persona con discapacidad y los de agresión sexual por internet que es lo que se denomina la “sextorsión” que es la intimidación ejercida por mensajes de correo o de otro tipo para que el menor o mayor de edad acceda bajo esa coerción al acto sexual on line al contactar con el agresor, lo que se ha admitido como agresión sexual o sextorsión.

Decir que para evitar este tipo de hechos es preciso un mayor control sobre el acceso a internet de los menores por parte de sus progenitores y la implantación de programas y protocolos de prevención para informar a menores y mayores de los peligros que tiene internet, además de para evitar que los menores de edad puedan acceder a contenidos por internet de contenido sexual que no son propios de su edad.

Por ello, el incremento de las restricciones y prohibiciones de acceso a internet a menores de edad es crucial para su propia protección, porque el uso descontrolado de los menores del acceso a redes sociales e internet en general sin ningún control supone una auténtica arma arrojadiza sobre los menores y con graves consecuencias para el desarrollo de la personalidad de los mismos, evitando que sean víctimas de hechos graves, y que también seamos conscientes de que cada cosa tiene su tiempo y que controlar más y evitar un acceso totalmente libre a menores es acorde con la gravedad de los sucesos que estamos contemplando y que están ocurriendo en una sociedad dejando muchas víctimas con difícil recuperación.