Esperando a Godot

Es María la blanca paloma

Comportamientos populistas, tan frecuentes en Elche de forma inveterada y desde tiempos inmemoriales, pero que ahora, ante la proximidad de las elecciones municipales, se ven potenciados hasta límites insospechados.

El alcalde y la concejala de Fiestas, en el hall donde se aloja Blanca Paloma en Liverpool este pasado lunes

El alcalde y la concejala de Fiestas, en el hall donde se aloja Blanca Paloma en Liverpool este pasado lunes / INFORMACIÓN

Daniel McEvoy

Daniel McEvoy

«Es María la blanca paloma, / es María la blanca paloma, / que al venir a España, / que al venir a España, / que al venir a España, la vieron volar. // En el centro de una hermosa nube, / en el centro de una hermosa nube, / vino a Zaragoza, / vino a Zaragoza, / vino a Zaragoza en carne mortal. // Y Santiago como lo sabía, / y Santiago como lo sabía, / a orillas del Ebro, / a orillas del Ebro, / a orillas del Ebro la sale a esperar. / A orillas del Ebro, / a orillas del Ebro, / a orillas del Ebro la salió a esperar».

Les ruego que del párrafo de apertura del artículo de esta semana no infieran que soy un ferveroso mariano… No lo soy, aunque siempre he defendido desde estas páginas que en España, seamos creyentes o no, todos deberíamos tener una mínima formación religiosa para poder entender los fundamentos de nuestra sociedad, de honda tradición judeocristiana, e incluso para poder disfrutar de los tesoros artísticos que suponen muchas de nuestras iglesias, tanto por la propia tipología constructiva de los edificios como por las joyas pictóricas y escultóricas que poseen en su interior.

El alcalde, en Liverpool, con Blanca Paloma este pasado lunes

El alcalde, en Liverpool, con Blanca Paloma este pasado lunes / INFORMACIÓN

Lo curioso del caso es que ahora los que se han vuelto religiosos no somos los tipos de derechas, sino los de izquierdas. En Valencia, sin ir más lejos, el alcalde Joan Ribó puso en marcha en febrero una iniciativa para realizar «bautizos civiles» que, en honor a la verdad, se han venido en llamar oficialmente «ceremonia de bienvenida a la ciudadanía». La primera de ellas se ofició la semana pasada, tres meses después de ofrecerse tal posibilidad; nadie lo había solicitado hasta la fecha, pero unos padres de Compromís han querido ser los primeros ante el regidor, que ha ejercido personalmente de oficiante.

Nada que objetar a la pantomima, salvo por la justificación que da Ribó para instituirla: (sic) «(El alcalde) ha explicado que el Consistorio ofrece este tipo de actos para atender al 38% o 37% de la población que se considera atea, agnóstica o laica». Lo que no debe saber el alcalde es que ser ateo, agnóstico o laico no es per se una religión, como parece inferirse de sus palabras, sino un estado contrapuesto al de profesar una que, precisamente, no podría definirse si no existieran las religiones.

Pero no quisiera enredarme en disquisiciones teológicas en las que no estoy muy versado y podría cometer graves errores de concepto. Por eso, descendamos, como la Blanca Paloma de la coplica, desde los cielos hasta la tierra para hablar no ya de canciones populares, sino de comportamientos populistas, tan frecuentes en Elche de forma inveterada y desde tiempos inmemoriales, pero que ahora, ante la proximidad de las elecciones municipales, se ven potenciados hasta límites insospechados.

Me refiero, como quizás ustedes ya hayan inferido, al apoyo que nuestro alcalde está dando a la cantante ilicitana Blanca Paloma, hasta el punto de desplazarse a Liverpool, acompañado de la edil de Fiestas, Mariola Galiana, para, en palabras textuales de Carlos González, «expresarle el apoyo del Ayuntamiento y de todos los ilicitanos e ilicitanas con motivo de su participación en el Festival Internacional de la Canción el próximo sábado, día 13, representando a España».

El alcalde viajo a Liverpool para "animar" a la cantante que actúa este sábado en Eurovisión

El alcalde viajo a Liverpool para "animar" a la cantante que actúa este sábado en Eurovisión / INFORMACIÓN

Espero que este viaje, infiero que sufragado por nuestros impuestos (ya saben aquello de que hay que pagar para costear la sanidad y la educación), obtenga un resultado más positivo que los desplazamientos a Madrid para traerse la Dama de Elche, porque a mí personalmente Blanca Paloma me cae bien y ese flamenquito fresco que tiene por estilo me da buen rollito. En fin, iremos a tomar unos copazos el sábado y veremos las pantallas gigantes que van a instalar en Candalix y en El Altet. Un bailoteo con Ximo Puig, que viene a Elche a presenciar la gala, y para casa en taxi, que vivo en el campo y he comprobado que es la mejor forma de hacerlo.

Espero que este viaje, infiero que sufragado por nuestros impuestos (ya saben aquello de que hay que pagar para costear la sanidad y la educación), obtenga un resultado más positivo que los desplazamientos a Madrid para traerse la Dama de Elche,

Por si nuestro primer edil no lo sabe, el número de españoles residentes en el Reino Unido asciende a unos 200.000 aproximadamente. De esa cifra, más o menos, unos 3.000 viven y trabajan o estudian en Liverpool. Esta ciudad, famosa por los Beatles y por su equipo de fútbol tiene unos 500.000 habitantes, siendo la cuarta más poblada del país. La tasa de paro es bastante baja, de ahí la elevada cifra de españoles que han decidido instalarse en la ciudad. Haciendo una aproximación, dado que Elche es una ciudad muy poblada, no sería raro aventurar que de esos 3.000 compatriotas afincados en la ciudad del Merseyside un número nada desdeñable sean ilicitanos. Pero no me consta que Carlos González o Mariola Galiana se hayan interesado por «ellos y por ellas», por sus condiciones de vida, de trabajo o de estudio. Es lo que tiene vivir «en el centro de una hermosa nube», que muchas veces se pierde el contacto con la realidad.