Las crónicas de Don Florentino

¡¡¡Agua!!!

Embalse de Guadalest

Embalse de Guadalest / JuanCarlosPadillaEstrada

Juan Carlos Padilla Estrada

Juan Carlos Padilla Estrada

Estamos al inicio de la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas y nuestros políticos nos están obsequiando con mil y una promesas acerca de los asuntos más peregrinos.

Se ha manejado la herencia universal de 20.000 € a los jóvenes de 18 años, el descuento en el Interrail europeo para que conozcan el mundo, la construcción de innumerables casas no se sabe dónde ni se sabe cuándo, el aval del Estado a los jóvenes que quieran embarcarse en una hipoteca…

Pero a todo esto, el mes de abril pasado ha sido el más caluroso desde que tenemos registros y uno de los más secos. El nivel de los embalses de nuestro país se acerca a mínimos y la disponibilidad de agua comienza a ser una obsesiva preocupación. Los trasvases entre cuencas están siendo utilizados como armas políticas, y es muy probable que este verano suframos en muchas partes del territorio restricciones hídricas. Y este hecho, lejos de ser puntual, es una clara tendencia, ya que las temperaturas se elevan, las precipitaciones se reducen y habitamos un país colocado en una franja casi desértica. Es muy probable que en algunos años, el problema del agua en España sea capital, enfrente a las comunidades y sea una de las principales preocupaciones de los ciudadanos y habitantes del campo. Porque sin agua no hay vida, y eso lo entiende todo el mundo.

¿Y nuestros políticos? ¿Qué propuestas nos ofrecen?

Yo no he encontrado ninguna en la larga lista de iniciativas para estas próximas elecciones. Un consejo de Ministros especial, esta misma semana, ha diseñado algunas iniciativas que parecen más parches que otra cosa, que hasta su socio gubernamental ha calificado de «insuficientes».

Quizás deberíamos aprender de un país pequeño como Israel.

El estado judío está colocado en un lugar seco y yermo, rodeado además de países hostiles. Pero los judíos valoraron hace muchos años la situación e invirtieron en un sistema de desalinizadoras, estaciones de bombeo y conducción de agua que les ha hecho no solo autosuficientes, sino exportadores de agua a sus vecinos, en un lugar donde ésta tiene una importancia capital.

¿Que estamos esperando los españoles para elaborar un plan de contingencia inmediato, un programa nacional a medio y largo plazo que resuelva de una manera definitiva el problema del agua en España?

¿Que es caro? ¡Sin duda ninguna!

¿Que es necesario? ¡¡¡Absolutamente!!!

Pero, como dice el refrán español: A grandes males, grandes remedios.

Yo, como español, pagador de impuestos, estoy dispuesto hacer un esfuerzo especial para que mi país invierta ese dinero en infraestructuras hídricas.

A lo mejor deberíamos de repensar el destino de nuestros impuestos y disminuir momios, subvenciones, interraíles, herencias universales y ocurrencias variadas para invertir en lo realmente necesario: en dejar a nuestros hijos un país próspero y no un secarral en el que no crezcan ni los cereales.

He aquí una idea para las próximas elecciones generales: señores políticos, de cualquier ideología: propóngannos un plan para resolver definitivamente el problema del agua en España. Utilicen su imaginación, las nuevas tecnologías, las ayudas europeas y el ahorro de partidas presupuestarias poco necesarias.

Y aquí tienen un votante.