Pedro Zaragoza Orts, el alcalde que marcó el camino

El alcalde junto a la familia de Pedro Zaragoza en uno de los actos celebrados en Benidorm.

El alcalde junto a la familia de Pedro Zaragoza en uno de los actos celebrados en Benidorm.

Toni Pérez

Toni Pérez

El 15 de mayo de 1922 nacía en Benidorm Pedro Zaragoza Orts. El 15 de mayo de 2022, cien años después, Benidorm comenzó a celebrar el Año Pedro Zaragoza Orts en reconocimiento a quien fue el gran artífice del Benidorm moderno desde su etapa como alcalde entre 1950 y 1966.

Ese día, en la Plaza de la Hispanidad, con solemnidad pero sobre todo con enorme cariño, una piedra labrada con inscripción “a la ilusión de un pueblo” era sumergida en una nueva fuente donde el agua, el bien más preciado por él ansiado, brotaba dando vida y sonoridad al actual entorno creado en la renovación de la Avenida del Mediterráneo, que además estrenaba nueva concepción.

Un año después, cerrando la celebración, recordamos que este ha sido un año de reflexión sobre la persona y la obra; un tiempo de introspección sobre Benidorm, aunque es difícil separar la imagen de don Pedro del concepto de Benidorm, la ciudad que él posicionó como líder turístico.

Aquel joven de 28 años, inusual en el relato de una España atípica y casi apagada, llegó a la alcaldía cargado de ideas y proyectos; pero, sobre todo, de retos prendidos en el alma y el espíritu benidormero que exigían una solución inmediata en un tiempo que obligaba a ser resolutivo para prosperar. Y así llegó el agua a Benidorm; aunque hubo que esperar a 1960, un 28 de febrero, para inaugurar la fuente del Parque de Elche. Por fin el agua en Benidorm.

Pedro quería que su Benidorm progresara y ofreciera prosperidad, como así ha sido. Él nos marcó un camino que muchos hemos seguido convencidos de las grandes posibilidades de la ciudad y del enorme potencial que anida entre quienes conformamos Benidorm.

Reconozcámosle a Pedro, al culminar el centenario de su nacimiento, el enorme valor de haber sabido mostrarnos la importancia de dedicarnos al turismo desde el potencial de nuestras playas y clima.

Es que Pedro, don Pedro, porque vivió y lideró el momento clave, logró la traída de aguas, el alcantarillado, la limpieza y el cuidado de las playas y un Plan General de Ordenación Urbana que, de forma arriesgada y pionera, abarcó todo el término municipal y apostando, en seguida, por crecer de forma compacta y en altura, alojar en hoteles y posibilitar oportunidades para todos. Resultó acertado, eficiente y modélico. Y así, con Pedro, España y Europa se asomaron a las vacaciones en el mar por Benidorm.

Y, sobre todo, de haber ilusionado a todos para conseguir el propósito de ser un destino líder, aperturando la ciudad al turismo, planificando el urbanismo turístico, inventando el marketing turístico para la universalización de las vacaciones, logrando que Benidorm fuera -y por ello aún es- el escaparate de la felicidad.

Y Benidorm, convencida de su potencial, creció y se consolidó. Y como Benidorm no olvida, Pedro sigue en el corazón de todos los hombres y mujeres que atesoran todos aquellos valores que él supo activar: tesón, valentía, entrega, determinación y fe en el destino turístico líder que es Benidorm.

Ahora vemos que con D. Pedro, Benidorm avanzó en los años cincuenta y sesenta del siglo XX, en todo lo que contienen las palabras sostenibilidad y resiliencia; quizá sin saberlo entonces, el tiempo lo ha confirmado ahora.

Aceptó el bikini en las playas de Benidorm, apoyó un festival de canciones -el Festival de Benidorm, cuyo espíritu es renovado con el Benidorm Fest-, bregó por el municipio turístico y su financiación y, sobre todo, nos contagió de un amor superior por la tierra en que vivimos y sus inmensas posibilidades. Ilusión y amor por Benidorm a raudales. 

“De ilusión también se vive” leemos aún hoy en aquella primera piedra sumergida, forjando desde entonces una realidad que sigue ilusionando a los que la vivimos y a los que vienen vivirla en Benidorm.

Y hoy, llegado el momento de cerrar el Año Pedro Zaragoza Orts con motivo del centenario de su nacimiento, con la sonora rotundidad de una traca final como a él le gustaba, Benidorm aplaude la figura de quien nos inculcó la ilusión de mirar siempre adelante; de ir a más a la hora de ofrecer felicidad, desde el lugar de la Felicidad.

Gracias Pedro.