Tiene que llover

Entre travesuras

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados. / David Castro

Francisco Esquivel

Francisco Esquivel

De buena mañana Millás deja caer que le da envidia cuando Boyero dice que no ha votado nunca. «Lo suelta con mucha radicalidad y tal. A mi me gustaría a veces tener esa radicalidad, pero soy más cobarde. Desengancharse del sistema, estar fuera de él suena muy bonito teóricamente pero tengo la impresión de que hago daño». En más de una ocasión pienso observando el panorama que ir siempre a votar no es que sea valiente es heroico.

Yo recibí el bautismo de asistencia a mítines en la plaza de toros de Carabanchel un sábado por la tarde de junio de 77 en la que alternaba el maestro Tierno Galván. Fue una lección magistral, un ejercicio de reflexión difícil de olvidar, de modo que acabó convirtiéndose en el primero y último de la serie al que asistí por gusto. En el día en que abríamos campaña electoral, Ángel Carmona tenía en su ateneo de Radio 3 a una cincuentena de jóvenes para compartir travesuras y en una de estas solicitó que levantase la mano los que habían asistido a un mitin en su vida. Al ser solo uno debió hasta darle vergüenza. Pero te pones a pensar en el sustrato de las intervenciones que emplea hoy en día la inmensa mayoría de candidatos y comprendes perfectamente que a los 49 restantes no les pique ni la curiosidad.

Mientras el folklore mitinero sirve a estas alturas para lo que sirve, por el interior de las cocinas sí que se cuecen los menús que han de proporcionar la textura al paño con el que vamos a encontrarnos de aquí hasta que por fin se ajusticie a Sánchez, que es el tema. Aznar y Sarkozy se han sentado a la mesa con el presidente ejecutivo de Mediaset en el trance de que Telecinco se cargue el sin par «Sálvame» para entregarle las llaves vespertinas a Ana Rosa que si puede colaborar en empujar al inquilino de la Moncloa por el sumidero lo hará. Alfonso Guerra, que no para, viene repitiendo por su parte desde hace un año que lo de Yolanda Díaz es un «bluf» y que se están manipulando sondeos para darle cuerpo al invento. Al final, lo único verdaderamente nuestro es el voto.