EL TELEADICTO

40 años

La presidenta interina del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, Elena Sánchez Caballero, a su llegada a una  Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus Sociedades

La presidenta interina del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, Elena Sánchez Caballero, a su llegada a una Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus Sociedades / Eduardo Parra - Europa Press

Antonio Sempere

Antonio Sempere

Retratar a la Iglesia misionera. Ese es el objetivo que ha tratado de Pueblo de Dios desde su estreno en octubre de 1982. El programa cumplió 40 años al inicio de temporada, pero ha sido esta semana cuando ha celebrado su cumpleaños con su actual director, el gaditano Antonio Montero, narrando su historia. La mismísima presidenta de la Corporación RTVE, Elena Sánchez, fue la encargada de felicitarse por tener en la casa un programa de este calado, puro servicio público.

Durante el reportaje de treinta minutos que compendió lo que han supuesto estos 40 años de trabajo y viajes por 62 países de todo el mundo, Elena Sánchez citó expresamente a Julián del Olmo, el que fue durante 28 años director del programa, un profesional especialmente querido en la casa. Alcarreño de corazón, recuerdo su despedida como sacerdote presidiendo la misa de El día del Señor en medio de los campos morados de lavanda.

Pueblo de Dios se inició como un programa de plató, presentado por José Luis Martín Descalzo y Carmen Lázaro (la que fuera junto a Rafael Turia cara visible del Informativo juvenil de los viernes que estuvo en antena hasta 1978). Después pasó a dirigirlo Eduardo T. Gil de Muro. Más tarde, José Luis Gago, hasta llegar a la etapa de Julián del Olmo, viajero incansable. Hablando con él, me contaba que sin la colaboración todas las ONG’s y órdenes de este país, desde Manos Unidas hasta la última, que eran las que financiaban los viajes al pequeño equipo del programa, costear esa serie infinita de reportajes habría sido imposible.

En la vecina Francia, en sus 90 minutos, Le jour du Segneur acoge al equivalente a nuestro Pueblo de Dios, con una producción superior por parte de la televisión pública gala.