Tribuna

Alicantinismo por España

Alicantinismo por España

Alicantinismo por España / AnaVega

Ana Vega

Ana Vega

Es por todos sabido que en Vox no somos muy amigos de las comunidades autónomas. Son entes políticos jóvenes pero bien apoltronados por los grandes partidos e incardinados en nuestra Constitución para intentar aplacar a los separatismos que desangran nuestra Patria por los cuatro costados –como si se pudiera contentar a una bestia insaciable–. Son un invento que generan divisiones y desigualdades entre españoles en derechos, libertades y deberes y que, además, nos están costando más de ochenta mil millones de euros extra cada año.

Pero además de todo ello –que no es poco– generan un efecto dañino para todos como es el centralismo autonómico. Y en la provincia de Alicante lo conocemos demasiado bien y es que ya son más de cuarenta los años de políticas bipartidistas y de negociaciones en despachos que siempre perjudican a nuestros derechos y objetivos más elementales y fundamentales.

Vaya por delante que ni nuestros compatriotas valencianos y castellonenses, con los que compartimos región, tienen culpa alguna de esto. Esto no va de victimismo sino de luchar por la igualdad de trato entre todas las provincias de la Comunidad Valenciana y de España. El sentimiento de pertenencia a una misma nación y el deseo de vivir y avanzar en igualdad y en libertad corren como la pólvora -de la que entendemos y amamos mucho en nuestras tierras levantinas– por las tres provincias. Es de primero de política bipartidista el hecho de que no importen los españoles por el mero hecho de serlo sino que importe el número de votos y escaños enviados al Congreso de los Diputados y a las Cortes Valencianas por cada provincia.

La millor terra del món solo pide que se aplique el catálogo de derechos fundamentales de nuestra Carta Magna y que se permita a nuestros hijos estudiar en la lengua que ellos quieran y los padres decidamos. No son pocas las familias de la Vega Baja alicantina que tienen que empadronarse en Murcia para evitar el fracaso escolar inherente a una imposición lingüística del valenciano –mejor dicho catalán– que inició el Partido Popular y que ha completado el PSOE azuzado por los separatistas de Compromís. Exigimos también que se elimine el requisito lingüístico que aboca a nuestros hospitales a quedarse sin profesionales especializados para atendernos como ya ocurre en otras autonomías como Cataluña, Baleares o Galicia.

La millor terra del món solo pide que se proteja nuestra identidad al servicio de España. Nuestra gastronomía capitaneada por nuestros arroces, nuestras fiestas tradicionales como las Hogueras o los Moros y Cristianos y una historia que hoy se diluye por el centralismo autonómico. No en vano y por tomar un botón de muestra, el Día de la Comunidad Valenciana es el 9 de octubre por ser el día de la reconquista de la ciudad Valencia por el rey aragonés Jaime I el Conquistador cuando la capital de nuestra provincia lo fue por el rey castellano Alfonso X el Sabio.

La millor terra del món solo pide que se cumplan los compromisos de la construcción y mantenimiento de las infraestructuras tan necesarias para nuestro futuro. Que se construya el Parque Central de Alicante y la retirada de las vías de la costa, que se proteja y relance el trasvase Tajo-Segura, que se construya el tren de la costa en las comarcas del norte, que se mejore la red de cercanías y que se haga el desdoblamiento de la CV-95 en la Vega Baja. Y así, un sinfín de solicitudes prometidas por PP y PSOE durante décadas y que desempolvan cada vez que hay elecciones a ver si los alicantinos les mantenemos en sus poltronas.

En la provincia de Alicante detestamos el separatismo y no vamos a sucumbir a sus lloriqueos y victimismo para conseguir que se cumpla con nuestras reivindicaciones. Queremos seguir ofreciendo «nuevas glorias a España» desde nuestro alicantinismo pero no bajo el yugo de un centralismo y un sistema autonómico que perjudica claramente nuestro desarrollo y crecimiento. La división de España en comunidades autónomas ha sido, es y será un engaño para todas las provincias, sin distinción y en Alicante lo sabemos de primera mano. En Valencia y en Castellón, también lo saben. Y en Huelva. Y en Ciudad Real. Y en Teruel.

El autonomismo y el centralismo autonómico a lo único que aboca es a seguir provocando separación entre españoles y alimentando el separatismo y a los partidos regionalistas que terminar por destruir todo lo que construimos juntos.