Seguiremos casándonos

"Aunque les pese, seguiremos casándonos con o sin el permiso de los intolerantes que, parece ser, no creen en el concepto de amor incondicional que tan férreamente han defendido en sus cuentos de hadas"

Imagen de boda de dos mujeres.

Imagen de boda de dos mujeres.

Carmen Tomàs

Carmen Tomàs

Un tuit denunciado por mostrar una bonita imagen, la de dos personas formalizando una familia en una celebración rodeadas de familiares y amigos. El mensaje, el de un hermano orgulloso y feliz: “Ella es mi hermana y he podido casarla. Y hoy ya tengo dos hermanas. Ya son mujer y mujer." Debería ser una estampa para ver y sonreír, alegrarse por la alegría del resto y por las cosas buenas de la vida; una imagen que simboliza lo que todo “español de bien” admira, el amor y la familia; sin embargo aún hay quien prefiere recortar en derechos que repartirlos por igual, personas para los que estos valores “dependen” según la orientación u origen de quien tengan delante. Hay quien, hasta incluso, decide organizarse en redes para denunciar de forma masiva una fotografía de dos personas celebrando uno de los días más importantes de su vida.

Ni el odio es “cosa del pasado” ni el colectivo LGTB tiene, hoy por hoy, “los mismos derechos”. No estamos exagerando: la censura en la cuenta del concejal valenciano Borja Sanjuan es una muestra más de cómo en 2023, con todos los avances tecnológicos a nuestra disposición, hay quien prefiere usar la tecnología para hacer daño antes que para construir.

La candidata socialista a la alcaldía de València, Sandra Gómez, ha denunciado públicamente este hecho en la red social que ha bloqueado la fotografía del edil, volviéndola a compartir y recibiendo cientos de reacciones indignadas.

La homofobia y la lesbofobia (a la que también se suman altas dosis de machismo) siguen legitimadas de forma más o menos velada: en Alicante mismo el obispo de Orihuela-Alicante considera la homosexualidad “una enfermedad” y ocupa parte de su tiempo en redes. Quizá muchos puedan considerar las homilías algo lejano al populo hoy día, pero lo cierto es que Munilla gusta de usar la misma red social que ahora ha censurado la fotografía en la que el concejal de València aparece casando a su hermana.

Hay medios mucho más populares que siguen “tragando” con mensajes homófobos directos: desde el más clásico “maricón” en estadios de fútbol hasta las declaraciones más bochornosas de presentadores famosos sobre series de Netflix, quejándose por las mujeres que aparecen besándose en sus producciones… lo cierto es que no hay aún suficientes y, aunque que les pese, seguiremos casándonos con o sin el permiso de los intolerantes que, parece ser, no creen en el concepto de amor incondicional que tan férreamente han defendido en sus cuentos de hadas. Quizá ahora que se acercan las elecciones es necesario tener bien en cuenta quién defiende según qué derechos.