El inexplicable castigo a Esther Díez y a Compromís per Elx

Parte del fiel electorado nacionalista ha retirado el 28M su respaldo en Elche a un partido que no es cortoplacista y piensa más en el mañana que en el hoy. Quizá la respuesta esté en el perfil de unos votantes que esperaban cosas distintas a las que les han dado su candidata, errores aparte, y eso explicaría por qué la candidatura autonómica ha sumado casi 2.000 votos más que la local.

Esther Díez, por la Corredora antes de su peatonalización. Un antes y un después en Elche

Esther Díez, por la Corredora antes de su peatonalización. Un antes y un después en Elche / Antonio Amorós

M. Alarcón

M. Alarcón

Si alguien me preguntara qué gesto político es el que más ha marcado este mandato en el Ayuntamiento de Elche, y no hablo de edificios o servicios sino de ideas que han terminado plasmadas en las calles de Elche, diría que han sido los carriles bici de Esther Díez. También el continuar con la peatonalización. No lo digo en el sentido peyorativo de esos votantes de Compromís que han emigrado a otras formaciones políticas el 28M o bien se han quedado en casa porque no sabían entonces a quién votar. Todo lo contrario. Quizá yo habría hecho otros carriles, con menos impacto visual y protagonismo, y en otros sitios -todavía no sé por qué el más fácil y barato de todos, el que discurriría por la ladera del Vinalopó, no existe-, pero lo que es la decisión y la visión de futuro que han tenido los nacionalistas son dos cuestiones que comparto. A veces en Compromís miran con sus políticas ilicitanas más al cielo (el futuro) que al suelo (el presente). Mientras, el conductor que tropieza con sus bolardos o los atascos a hora punta en calles que se han quedado reducidas a un carril han encontrado en ello un motivo para no votarles, algo que se lo recuerdan a sí mismos cada día que cogen el coche.

El carril bici de la avenida de Alicante, en Elche

El carril bici de la avenida de Alicante, en Elche / ANTONIO AMOROS

Hábitos en Elche

Elche tiene que modificar sus hábitos porque tiene un casco urbano muy exigente y que, como nos pasa a todos, que somos muy perezosos con los cambios, incluso los que necesitamos, no son fáciles de ver. A corto y medio plazo el porcentaje de ciclistas que usan estos carriles es y será muy bajo durante mucho tiempo. Años en los que veremos solo el vía crucis que para algunos se ha convertido el cruzar al volante Elche. Y eso pasa porque sencillamente las bicicletas no son una moda pasajera, son una necesidad.

Ya he dicho en alguna ocasión que Compromís ha aplicado en muchas ocasiones políticas valientes y este es el mejor ejemplo, pero desgraciadamente tengo la sensación de que muchos de sus electores, de esos que el domingo no fueron a votarles, no han visto o no ven más allá de los inconvenientes que le suponen hoy y no piensan en los beneficios que tendrán mañana. Se han repensado a quién volver a dar el voto sin darse cuenta que era imposible hacer una tortilla sin romper un huevo y las políticas de Díez van de eso, de romper huevos. De cambiar cosas en esta sociedad.

Quizá tras esto algunos se han repensado a quién han dado el voto sin darse cuenta que era imposible hacer una tortilla sin romper un huevo" y las políticas de Díez, van de eso, de romper huevos.

Plebiscitos

La candidata ha hecho una campaña, desde mi modo de ver, impecable en el discurso y los objetivos que pretendía, otra cuestión es por qué no ha calado en el electorado que le ha castigado al punto de perder un 30% de respaldos con respecto a la lista autonómica, algo que normalmente sucede en todos los plebiscitos porque los ciudadanos que votan en las municipales a los partidos que no se presentan a las autonómicas tienen la posibilidad de depositar su papeleta para la Generalitat Valenciana a otra formación distinta de la que es su apuesta para la ciudad. Esto hace que sumen más sufragios que sus representantes locales. Y todas han subido en Elche (a excepción del PSOE de Puig que ha perdido 5.467 papeletas con respecto a González). Pero es muy llamativo que casi 2.000 votos menos haya obtenido la persona que en Elche personifica las ideas de Compromís que la que era su candidata a la Generalitat, Joan Baldoví, ¿qué es lo que ha hecho mal Esther Díez?

Aitana Mas y Marian Campello escuchan a la candidata de Elche, Esther Díez durante la campaña en Elche

Aitana Mas y Marian Campello escuchan a la candidata de Elche, Esther Díez durante la campaña en Elche

Discurso de Compromís

En el discurso de Compromís per Elx en este mandato han fallado cosas, claro que sí, no es una cuestión de rechazo a la política de carriles bici. Pero equivocarse, como le ha pasado al PSOE en la toma de decisiones, eso es muy normal y no explica el dato de la caída. Es cierto, no se ha visibilizado mucha gestión pública, no se ha sabido vender la bonanza de sus políticas o no han reaccionado con la presteza que se esperaba a cuestiones capitales. ¿Ejemplos? Quizá el haber tardado tanto en pronunciarse sobre el futuro del convento de las Clarisas, que valieron y mucho para paralizar el proyecto de privatización por concesión del PSOE, lo que Díez achacó a la discusión interna para ver qué decisión tomaban, como si no la tuvieran claro; el inexplicable cambio de criterio con el mercado provisional contra el que se manifestaron siendo oposición y bendijeron siendo gobierno; o el haber votado en contra de cuestionar las políticas del Gobierno central con el trasvase Tajo-Segura, del que no olvidemos beben cada día los ilicitanos, cuando tenían a su cargo la concejalía de Agricultura.

Medio Ambiente

Ahora bien, también tenían el área de Medio Ambiente (irreprochable trabajo junto a Aigües d'Elx en el Clot) que, en general, podría verse más dogmática con todo lo que se refiere a los usos y derechos del agua. Fácil o lógico hubiera sido abstenerse en aquel pleno, valiente votar con la oposición y de cierto seguidismo se entendió hacer lo mismo que hizo el PSOE: proteger a su Gobierno rechazando la envenenada moción del PP.

Y esa sensación de que Compromís era más amigo que censor y fiscalizador del gobierno del PSOE -que quizá sí lo han sido pero en privado- ha hecho que muchos electores no lo hayan entendido y hayan terminando viendo a la formación como un apéndice de los socialistas. Como si Compromís fuera el que necesitaba al PSOE y no al revés para gobernar. Lo que pasó con el proyecto para la regeneración del Vinalopó, que los socialistas les tumbaron después de hacer todo el trabajo para la presentación del proyecto a las ayudas de la UE, es un ejemplo claro.

Ley del Palmeral de Elche

Aparte queda la tímida (por no decir inexistente) respuesta que la candidata dio a la consellera de Cultura, de su partido, Raquel Tamarit, cuando vino a Elche a poner en marcha el Patronato del Palmeral -con un año largo de retraso- y esta dijo que no iba a cumplir con la parte económica (pago del 50% del mantenimiento) a la cual se autocomprometió su partido, sin que nadie se lo pidiera, cuando aprobaron la ley del Palmeral.

Electorado

El electorado de Compromís, no lo olvidemos, está muy al día de la situación de la ciudad y es muy exigente con lo que hace o no se hace. Mucho más que con lo que hacen o dejan de hacer los otros. Es un voto que se gana a pulso. Selecto, maduro y reflexivo. El que es de Compromís, es de Compromís o de nadie. No se miran en otros para justificar sus resultados ni lo que suponen o dejan de suponer sus políticas, hacen lo que creen que deben de hacer.

Pero al mismo tiempo a sus dirigentes les cuesta aceptar las críticas porque para eso están ellos, para hacérsela, no para que nadie se la haga ni les diga lo que han hecho mal. No sé hasta qué punto estas cuestiones le han penalizado con esos 2.000 votos, pero sí sé que cuando no se han metido en la urna para Díez pero sí para Baldoví se hacían con un sentido pleno de castigo a la candidata de las políticas valientes.

Quizá sea por otras cuestiones que digamos no eran la esencia de la formación, como hacer bandera del bonoconsumo, como si repartir dinero fuera un gran logro de la Concejalía de Comercio, pero que no deja de ser más que pan para hoy y hambre para mañana, porque los bonos no son un maná inagotable ni nos van a permitir vivir siempre en una burbuja del consumo y las ayudas, que tendremos que devolver con creces nosotros y nuestros hijos. Y los hijos y su futuro es una cuestión que es capital para Compromís, que está en su ADN, y les lanzamos el mensaje que hoy tendrán la televisión de plasma o el vaquero que querían porque nos lo han casi regalado y ya mañana pagarán la deuda que todo esta política de vida fácil ha generado. No creo que una mayoría de votante de los nacionalistas hayan aplaudido la iniciativa. Tampoco Compromís ha ganado un solo voto repartiendo vales; incluso, ni entre los comerciantes.

Compromís ha sacado con Baldoví en Elche casi 2.000 votos más que Esther Díez

Compromís ha sacado con Baldoví en Elche casi 2.000 votos más que Esther Díez / ANTONIO AMOROS

Fotografía en las primarias

Pienso, en definitiva, que no encuentro muchos motivos para ese resultado del 28M. Puede que toda esa caída puede ser una suma de pequeñas cosas que han terminado por ofrecer un resultado que mirado en global me parece inexplicable, ¿no hay votos ganados en estas municipales con esas políticas que lo hayan podido compensar por las pérdidas? ¿no hay nadie que se haya pasado a Compromís por vender una ciudad más verde, sostenible e inclusiva?.

Unos simpatizantes se han ido por unas cosas y otros por otras que pasaron, incluso, antes de que la candidata fuera candidata. Recuerdo una fotografía que me pareció en su momento un enorme error político. Fue la que utilizó Esther Díez para presentar su campaña a las primarias de Compromís, unas elecciones cainitas en las que si esperaba armarse para las elecciones solo consiguieron todos lo contrario porque, y creo que eso es lo que también han valorado sus electores, no vieron el interés político de sumar fuerzas (con Unidas Podemos) solo el de imponer decisiones y personas.

En esa foto, digo, entre los que salían respaldando a la candidata estaban Pasqual Mollà, uno de los grandes responsables antaño del éxito y crecimiento de la formación y de su innegable per-so-na-li-dad en Elche; y Mireia Mollà, quien fue consellera de Agricultura hasta 2022 y ex portavoz municipal entre 2015 y 2019. No creo que su presencia impulsara o alentara su campaña. Sencillamente creo que a Díez no le hacían falta ni sumaban, pero los quiso ahí y a muchos no gustó. Quitándolos de la foto, hubiera sumado. Pero ganó y ganando, perdió como se ha visto este pasado domingo.

Explicaciones y autocrítica

¿Por qué no gustó la presencia de los Mollà en la foto? porque ilicitanos que votaron a Compromís en 2019, cuando Mireia era la candidata, no han escuchado aún a la formación hacer autocrítica pública de aquel resultado que les llevó a perder a dos de los cuatro concejales que tenían y quedarse en la mitad de votantes. Tampoco escucharon a la que fue su cargo político más importante, dar explicaciones por su salida del Consell más allá de lo que ella ha querido contar en las redes sociales.

Y lo entiendo. Nunca es fácil salir y dar explicaciones, incluso si sabes qué explicaciones son las que debes dar. Lo difícil es salir a darlas cuando aún ni sabes qué te ha pasado. Compromís ya ha tocado el suelo, venía del cielo. Ahora le toca rebotar.