Los 80 de Garci

José Luis Garci cumplió los 80 al mismo tiempo que Pedro Mª Sánchez soplaba las velas de los 70. Los vi la semana pasada en esos buenos momentos que de tanto en tanto nos regala la televisión. Como también disfruté de María Galiana, que en mayo cumplirá 89, que son casi 90, demostrando en Plano general ser tan encantadora como la imaginamos, aunque ella se definiese como un tanto arisca.

Garci ha retomado en Trece el contenedor Clásicos, donde proyecta las mismas películas que programaba en Qué grande es el cine, que después son comentadas por un grupo de tertulianos que podrían ser nietos de los del espacio primigenio. Sin embargo, en apariencia, permanece igual. Aunque lo importante no es el físico, sino la memoria, esa que tristemente perdió su amigo Carlos Pumares mucho antes de fallecer. Ambos eran verdaderas enciclopedias cinéfilas donde cabía Google antes de que se crease Google.

Pedro Mª Sánchez, que lleva sesenta años de profesión a sus espaldas, nos regaló junto a Sergio de la Puente al piano su versión particular de Yo soy la vedette tras recibir el premio Elegidos para la gloria por parte del equipo de Días de cine. Nos hizo muy felices.

Cuando Jenaro Castro, en su cuestionario semanal, solicitó a María Galiana que resumiese en breves palabras quién era, contestó: una vieja inteligente. Aunque apareció en escena ayudada por una silla de ruedas, aclaró que sus hijos le habían regalado una motoreta para facilitarle la movilidad y evitar que se le curvase el cuello. Volviendo a lo importante, a lo esencial, que es la lucidez, María Galiana la conserva impecable, y aprovechando su edad, se atrevió a convertir sus declaraciones en sentencias. Convendría tomar nota de lo que dijo.