Nada nuevo bajo el sol

Una pancarta en favor del aborto libre y gratuito, durante una manifestación feminista en la provincia.

Una pancarta en favor del aborto libre y gratuito, durante una manifestación feminista en la provincia. / INFORMACIÓN

Arancha Luque Peinado

Arancha Luque Peinado

Este mundo está poblado de mujeres y hombres; tan solo las mujeres concebimos, algunas elegimos la opción de gestar y parir; otras, la de interrumpir dicha gestación, tenemos plena autonomía para decidir entre ambos proyectos de vida, para vivir de la mejor manera posible. Acompañadas de parteras, brujas, sanadoras, de mujeres que ejercían la profesión más antigua del mundo, ayudar a traer o no, criaturas al mundo, lo hemos hecho siempre y lo seguiremos haciendo según nuestras las condiciones materiales y sociales, intereses y preferencias. Esta decisión se imbrica con nuestra dignidad .

El contenido constitucionalmente protegido del derecho fundamental a la integridad física y moral (art. 15 CE) en conexión con la dignidad de la persona y el libre desarrollo de su personalidad como principios rectores del orden político y la paz social (art. 10.1 CE) es absolutamente armónico con nuestro derecho, el de las mujeres, a tomar hacer decisiones libres, responsables y autónomas, sin injerencia alguna, sin violencia, coacción ni discriminación, con respeto al cuerpo que habitamos , que nos pertenece a nosotras mismas y a nuestro proyecto de vida. 

Resulta curioso que entre los pepevoxero, que se autoproclaman defensores de la vida, encontremos actitudes misóginas como, por ejemplo, la de Juan García-Gallardo, vicepresidente de Castilla y León que insta al personal médico a que animen a las gestantes a escuchar el latido del corazón y observar ecografías en movimiento, además de oponerse a que las mujeres podamos decidir por nosotras mismas, sin la opinión del hombre. Los hay, a priori, menos graves, por ejemplo Feijoo que expresa impúdicamente, no creer que el aborto sea un derecho fundamental, intrínseco a toda mujer en toda circunstancia. 

Desafortunadamente para la ciudadanía alicantina y particularmente para las alicantinas, nuestro ayuntamiento está dirigido por el PP que marina perfectamente con Vox, especialmente si de vulnerar los derechos de las mujeres se trata. Estos días, asistimos a enredos torticeros, teatro del absurdo. De los escuálidos, ínfimos y simbólicos presupuestos de Igualdad han tomado parte para crear lo que han denominado “Oficina asistencia para la maternidad” en la que según dicen “se asistirá y apoyará a las mujeres embarazadas para que puedan llevar a término su embarazo, realizando un programa de asesoramiento y orientación sobre las ayudas disponibles”. Obvian intencionadamente que los servicios de detección de vulnerabilidad se realizan desde los servicios sociales, donde existen programas específicos para evitar el riesgo para el menor. 

Sin duda alguna, con esta oficina esconden sus patriarcales valores culturales, religiosos y morales, pretenden aumentar costes emocionales, sentimientos de culpa que incidirán en la angustia sufrimiento, aislamiento y la falta de información y apoyo de quienes no deseen llevar a término su embarazo. Sin duda, incidirá en el detrimento de la salud psíquica y física de las mujeres. 

Cínicamente plantean que desean apoyar a las mujeres y a la infancia y lo hacen haciendo desaparecer la concejalía de Igualdad, recortando vergonzosamente presupuestos para la implementación de políticas feministas, en servicios sociales, escuelas infantiles, educación, etc; no favoreciendo la disponibilidad de métodos anticonceptivos, ni la educación sexual; penalizando y multando a las mujeres prostituidas y pobres. ¡A Dios rezando y con el mazo dando! 

¿Porqué no se preocupan del grave problema de Alicante en centros sanitarios públicos cuyo personal facultativo se declara en bandada objetores y no se pueden realizar abortos en dichos centros, incumpliendo la Ley Orgánica 1/2023? La respuesta es clara, son disidentes de las leyes que garantizan los derechos de las mujeres. 

Comisiones Obreras siempre ha defendido y apoyado la reivindicación para lograr el reconocimiento social y jurídico de la autonomía y libertad de las mujeres en relación a su sexualidad, a decidir sobre su maternidad y al derecho al aborto. Sabemos que la salud sexual y reproductiva, es igual que a cualquier otra área de la salud pública. Estaremos en las calles (primera cita, 3 de febrero). Lo haremos por todas y cada una de las mujeres de Alicante, también por las hijas y mujeres de estos pepevoxeros.