Opinión | En pocas palabras

Problemilla o problemón

El tren de cercanías Alicante-Elche pasa a un kilómetro del aeropuerto, al fondo de la imagen

El tren de cercanías Alicante-Elche pasa a un kilómetro del aeropuerto, al fondo de la imagen / RAFA ARJONES

Sucedió antes de la dana, durante el mes de octubre, sin motivo justificado aparente. El Cercanías que sale (o está programado que salga) a las ocho en punto de la mañana desde Alicante en dirección a Elche fue cancelado. Debemos aclarar al lector que las unidades de dicho Cercanías no se encuentran en los andenes de la estación alicantina varados. Proceden de un viaje previo que establecen desde tierras murcianas. Hasta que el tren previsto no llega hay que aguardar. Es lo malo que tiene este sistema pendular: si se rompe o se atrasa un eslabón de la cadena, arrastra una serie de retrasos en los servicios sucesivos. A los pocos días de esta cancelación el mismo Cercanías llegó con tanta demora hasta Alicante que debió aplazar su salida hasta las 8.40. En los casos descritos no llovía, no existía temporal alguno, solo se adujeron "causas técnicas".

Es bueno echar un vistazo a los horarios establecidos en esa hora punta de la mañana para comprender el alcance del problema que abordamos. Después del Cercanías de las 8.00, el siguiente tren que une Alicante con Elche es el Media Distancia de las nueve y cuarto, procedente de Valencia, que siempre se demora, y que llega a Elx-Parc a las diez. Después hay que esperar hasta las 10.50 hasta encontrarnos con el siguiente Cercanías entre Alicante y Elche. Lo mismo ocurre en el sentido contrario, y no vamos a recordar por enésima vez enorme población que se aglutina en torno a esta área metropolitana.

En días como los mentados sí es pertinente recordar lo alejada que está la estación de autobuses de Alicante de la estación de tren (y pasan los años). Porque entonces, lo que podría ser un problemilla se convierte en problemón.

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