72 kilos

Cuando pensaba en el artículo de esta semana no quería caer en los tópicos de fin de año, ni tan siquiera en los socorridos propósitos, que tan de moda parecen estar hoy en día. Cuando estaba en medio de este enjambre mental, surgió «Tenía la duda». Este pódcast no surgió porque tuviese una duda existencial sobre este tema, sino porque vino a mi mente un episodio del mismo de la influencer Judith Tiral en Podimo, que os recomiendo. Para quienes no lo sepáis esta plataforma de pódcast llamada Podimo, realiza producciones diferentes con famosos de todo pelaje que realizan entrevistas muy curiosas e interesantes. Para mí, le ha dado una vuelta de tuerca al pódcast tradicional y de lo que antiguamente era la radio.

En este caso, realizó una entrevista muy amena acerca del trabajo y la cotidianidad de un dibujante, pensador y cómo se llega a poder vivir de esta profesión, resolviendo así todas las dudas de la entrevistadora y despertando la curiosidad de quienes la escuchamos.

En particular, hoy quiero hablaros de una de las que más han llamado mi atención por la sinceridad con la que el autor, Óscar Alonso, habla de su alter ego como ilustrador, llamado 72 kilos, y el porqué de este curioso nombre.

Al parecer, contamos con un excelente ilustrador de viñetas, intimista, ocupado y preocupado por lo que sucede a nuestro alrededor, pero más específicamente, por lo que sucede en nuestro interior. Este bilbaíno explica, de manera condensada en sus dibujos, los pensamientos y sentimientos que afloran de una manera cercana, cotidiana y directa al corazón.

Como os decía, la autenticidad de este autor inspira en cuanto escuchas su seudónimo y te preguntas el porqué de ese nombre.

Como él mismo explica, desde el anonimato que le gusta mantener, hablando siempre desde la perspectiva del ilustrador 72 kilos al contar cómo empezó este hobby que reúne, en torno a su arte, con casi dos millones y medio de seguidores en Instagram.

Todo empezó por una casualidad o causalidad, como diría el cantante argentino Diego Torres, pues Óscar realizó una apuesta con sus amigos en la que aseguró que iba a lograr bajar de peso. Concretamente, aseguró que llegaría a los 72 kilos. Y lo logró. Vaya si lo logró. Pero, como todo proceso de autoconocimiento y sanación, no es sencillo.

Esta es la razón principal por la que decidió realizar cada día una viñeta con el pensamiento que le surgía para acompañarse en el camino que se había marcado. A su entorno le encantaron sus dibujos, motivo por el cual decidió publicarlos en un blog, todavía hoy vigente. Óscar Alonso, su autor, descubrió que le apasionaba realizar ilustraciones y siguió en ello mientras trabajaba como publicista. Tiempo después, ha logrado su propósito de dedicarse a lo que le apasiona y compartirlo con más de dos millones de personas cada día que, a las 20:50 h de la tarde, hora española, esperan su viñeta en su blog.

Me ha parecido interesante hablar de él en un día como hoy, el último del año, porque se da la circunstancia de que Papá Noel me ha traído un calendario de su autoría y mañana empezaré a disfrutarlo. Dejaré a la eterna Mafalda, de Quino, que siempre me acompañaba en mis calendarios de sobremesa en la cocina, por otro ilustrador, más intimista y menos comprometido, o quizás no, pero sí, profundo.

La portada del calendario de 72 kilos del año que empieza dice así: «¿Qué le pides al Año Nuevo? Un año».

Pues eso, queridas lectoras y queridos lectores, yo os deseo simplemente eso: un año para vivir. Gracias por Mafalda, Quino. Gracias, 72 kilos. Nos vemos en 2025.