Opinión | Tribuna

Tablero geopolítico europeo en 2025

El capital financiero globalizado es dueño de la industria armamentista, pero también de la financiación de los Estados

Elon Musk y Donald Trump.

Elon Musk y Donald Trump.

Si preguntamos a la gente cuál es el mayor problema del mundo en general, pues cada cual dirá uno: el trabajo, la vivienda, la inmigración, la seguridad, los servicios públicos, las guerras..., pero siempre en función del problema que más afecte a su interés. Pero si queremos que la respuesta sea objetiva, tenemos que ahondar en la Historia, en la economía, en las religiones, en la política... A veces, un sinfín de problemas tienen el mismo origen. Por mi parte, voy a opinar.

Que yo recuerde, en todas las épocas, en todos los sistemas económicos y políticos, el jefe de la tribu, el señor, el rey, el emperador, el césar, el zar, el sultán... siempre han sido los dueños de la fabricación y del comercio de las armas de guerra, ellos, la Hacienda del monarca o el Estado. ¿Y cómo está el tema en nuestro Occidente actual? Pues la defensa militar de Occidente está en manos de la OTAN. Todos los Estados miembros deben pagar un porcentaje de su PIB para armar la OTAN y garantizar nuestra seguridad.

¿Y dónde compra las armas sofisticadas la OTAN? Pues a la industria armamentista estadounidense: barcos, portaviones, aviones, defensas antiaéreas, tecnología militar, misiles balísticos... ¿Y quiénes son los dueños de esa industria?, pues el sector privado. El capital financiero globalizado, con sede en los paraísos fiscales, es dueño de la industria armamentista, pero también de la financiación de los Estados y, por ende, contamina la política belicista de los Estados.

Ese mismo capital financiero globalizado financia la economía de los Estados miembros de la Unión Europea, no son sus bancos centrales, ni siquiera el Banco Central Europeo. Y esto es así porque los Tratados de la Unión Europea así lo imponen. Esta subordinación financiera de la UE nos cuesta a todos los europeos 100.000 millones de euros anuales de intereses, además de devolver el capital de los préstamos. Por supuesto que esta dependencia financiera también contamina y condiciona las políticas del gasto público de los Estados, tanto de las políticas de oferta de los gobiernos de derechas, como de las políticas de demanda de los gobiernos de izquierdas.

La investidura de Donald Trump será el lunes 20 de enero de 2025. Esa fecha será importante para Occidente y para el mundo en general. Sabremos si Trump gobernará para sus votantes o para el capital financiero globalizado. Para ganar las elecciones, Trump prometió «primero América», es decir, reindustrializar Estados Unidos, restringir el comercio con China y terminar con las guerras costosas para EE UU.

Estas políticas chocan de lleno con los intereses del capital financiero globalizado. La incorporación del hombre más rico del mundo, Elon Musk, al equipo de Trump puede indicar el interés de EE UU por controlar al capital financiero globalizado. Pero también, esa incorporación puede obedecer al deseo del capital financiero globalizado por controlar las elucubraciones de Trump. Pronto sabremos el desenlace de este dilema que tanto nos afectará a los europeos y a Occidente en general.

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