Vergonya, cavaller, vergonya

Esta apelación, pero en plural, es la que se dice utilizó Jaume I, durante el asedio de Madina Mayurqa en 1229, pues el monarca se encontró con una fuerte resistencia de los musulmanes y con esa conocida frase, muy popular en valenciano, pero en plural, incentivaba a sus hombres a que lucharan con ahínco frente al «enemigo». La población a la que hace referencia es, en la actualidad, Mallorca.

Sin embargo, no es de esta localidad de las Islas Baleares, sino Alicante, concretamente, la que vimos reflejada en ese espejo de las mentadas palabras el pasado viernes en la Universidad de Alicante por lo acontecido en la toma de posesión de la rectora, Amparo Navarro, y su equipo.

Ese día pudimos observar cómo el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, fue increpado como «asesino», entre otras palabras, por una de sus estudiantes presente en la sala, que a la postre podía ser representante de este colectivo. Fue un momento de máxima tensión, prácticamente desconocido en un ámbito académico de esta índole, pues el protocolo es el que manda. En este caso, mandó la rabia, la ira, la indignación y la falta a la verdad. A los alicantinos también nos da vergüenza nuestro máximo representante que no nos representa. Cuando el «molt honorable» tomó la palabra y se puso a hablar, como diríamos coloquialmente, del sexo de los ángeles, la mitad del Paraninfo empezó a cuchichear, y la otra mitad simulaba estar mirando sus teléfonos móviles ante la vergüenza que generaba esta reacción. Fuimos otra vez noticia de ámbito estatal para desánimo de las personas de bien y descrédito a la política.

Menos mal que está nuestra universidad para recordarnos que ser de Alicante puede ser motivo de satisfacción, gracias a instituciones como la UA que sí representan la dignidad y el buen hacer. Por eso, recordando un viejo mantra que repetía el recién creado Partido Popular hace unas décadas, vamos a decirle:

Váyase, Sr. Mazón. Y tal como jaleaba Jaume I a sus tropas, la mayoría del pueblo valenciano piensa esto después de su inacción en la dana: vergonya, cavaller, vergonya.