Opinión | Al azar

Trump gana la paz Israel-Hamás

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. / Europa Press/Contacto/K.C. Alfred

El retraso manipulado de la liberación de los rehenes de la embajada estadounidense en Teherán influyó en 1980 para que Reagan derrotara a Carter. La demora de una semana en la confirmación de la prometedora vacuna de Pfizer contra el covid fue crucial para que Biden venciera a Trump en 2020. Hasta el diario disidente israelí Haaretz se pregunta retóricamente por qué Netanyahu aprueba ahora a regañadientes el mismo plan que el propio Biden reconoce que venía postulando desde mayo, donde la respuesta obvia solo puede ser Trump. La CNN, que acaudilla la oposición mediática al nuevo presidente, agacha la cabeza rumiando el papel decisivo jugado por la administración en ciernes.

Trump ha ganado la precaria paz Israel-Hamás, y lo ha conseguido curiosamente arrinconando a Netanyahu. Le ha convencido de que no puede derrotar a Gaza, solo puede destruirla. El mayor bocazas de la historia ha desplegado una estrategia que invierte el protagonismo tradicional. El líder suele aportar la zanahoria de la paz, mientras sus subordinados aporrean al gobernante a doblegar. Aquí es el presidente electo quien promete «desatar un infierno en Oriente Medio», si las partes no alcanzan un acuerdo antes de su inauguración. Efectista, a veces incluso efectivo.

Los cuatro años de experiencia previa confirman que Trump no es peor ni mejor que sus predecesores con la excepción de Bush hijo, la mayor maldición abatida sobre la tierra en este siglo. Elon Musk recoge el botín con la misma fruición que sus émulos en todos los países del mundo. El Primer Colega se ha contagiado de la exuberancia verbal de su socio, pero tiene el mérito de haber sido el primer inversor en el triunfo electoral de Trump. Mientras tanto, el periodismo se concentraba en jalear a Kamala, en lugar de cumplir con su misión de informar de que Kamala no iba a ganar. En un panorama donde Israel abomina de Netanyahu y Gaza de Hamás, se confirma que nadie ama a Trump. Pero todos le temen.

Tracking Pixel Contents