Opinión | Balonmano

Dinamarca... y los demás

Los jugadores de Dinamarca celebran el cuarto Mundial de Balonmano consecutivo conseguido en Noruega.

Los jugadores de Dinamarca celebran el cuarto Mundial de Balonmano consecutivo conseguido en Noruega. / EFE

Son varias las conclusiones que podemos obtener del recientemente celebrado Campeonato del Mundo de Balonmano masculino celebrado en Dinamarca, Noruega y Croacia. La primera es la evidente superioridad mostrada por la selección danesa frente al resto. Su victoria en las cuatro últimas Ediciones (2019,2021,2023 y 2025) así lo corroboran. ¿Las razones? Son fáciles de imaginar y sencillas de comprender: Por un lado, el hecho de que el balonmano es el deporte nacional de un país de 6.500.000 habitantes, muy por encima del fútbol, básquet, atletismo o incluso de los deportes de invierno.

Por otro, las excelentes instalaciones e infraestructuras: pabellones y gimnasios, estos últimos dedicados tanto al entrenamiento, como a la investigación de la mejora de los sistemas de trabajo de la fuerza y la velocidad más modernos.

Y, finalmente, y ello resulta determinante, el número de practicantes. Efectivamente, si Alemania es el país del Mundo, en términos absolutos, con mayor número de licencias federativas (500.000 sobre 84.000.000 de habitantes), Dinamarca lo es en términos relativos (con 400.000 licencias, sobre los 6.500.000 habitantes reseñados), lo que supone el 6,15 % de la población del país. Piénselo bien, más de seis personas de cada cien practican balonmano. Una bendita locura. Lo dicho, el deporte nacional. Casi una religión. En cuanto a la paridad, oscila en torno al 50% entre hombres y mujeres.

En un segundo escalón, como viene ocurriendo en los últimos años, otras selecciones rinden a un notable nivel en el panorama internacional. Son los casos de Francia, Alemania, Croacia, Hungría, Egipto, Suecia, España y la nueva revelación, Portugal.

 Por lo demás, se dio una excelente respuesta de público en todas las sedes y cierta mejora -aunque más lenta de lo deseable- de los países de América -muy destacado rendimiento de Brasil, y en menor medida de Argentina, Chile y EE.UU-, de África -notable Egipto- y Asia -Qatar y Baréin-. Ha resultado buena la experiencia de la ampliación a 32 participantes.

España, en pleno proceso de renovación y rejuvenecimiento del equipo nacional, rindió muy por debajo de lo esperado. Paciencia. Más pronto que tarde llegarán de nuevo buenos resultados, consecuencia lógica del trabajo que se viene desarrollando en los clubes y en otras selecciones nacionales (Promesas, Juvenil, Junior y Universitaria).

Un último dato: en nuestro país disponemos de 67.500 licencias federadas, que llegan a 90.000 si añadimos las Escolares.

Finalmente conviene destacar la impecable labor de los colegiados españoles Andreu Marín e Ignacio García Serradilla, reconocidos internacionalmente y encargados de arbitrar la Final del Mundial.

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