Opinión | El teleadicto

Cómo hemos cambiado

La nit de la cremà en 1978.

La nit de la cremà en 1978. / Perfecto Arjones

El espacio Infogueres, que presenta con prestancia Fran Martínez, acogió como invitado a Juan Carlos Vizcaíno para que hablase de cómo transcurrieron las fiestas de 1978 en las que se celebraban los 50 años de su creación.

Dado que Vizcaíno es un ilustrado de fuste resultó una delicia escuchar los comentarios que ilustraron la proyección de una película filmada ese año por José Alcañiz Chanzá. Porque lo bueno de los eruditos siempre se esconde en la letra pequeña. En cada una de las apostillas encontrábamos perlas. Interpretaciones de los hechos que no podremos encontrar en las hemerotecas, que conforman la verdadera historia de la fiesta.

Entre las imágenes que vimos y las anécdotas de lo que ella sucedía, intramuros, relatadas por Juan Carlos Vizcaíno, pudimos viajar al año 1978 con todo lujo de detalle, descubriendo o redescubriendo cómo la fiesta de hoy no se parece en nada a la que fue entonces. Lo que daría para no pocas reflexiones, aunque eso sería tema de otra entrega de Infogueres.

Vizcaíno defiende, de cara a las Hogueras del centenario que se celebrarán en 2028 la creación de tres o cuatro actos grandes, de esos que se queden en la retina y en la memoria, más que aquellos 75 eventos para celebrar el 75 aniversario que se planificaron, sin consumarse, en 2003. Para el cronista, lo más acertado de la celebración de las bodas de oro fue la iluminación del castillo de Santa Bárbara con un rótulo enorme que rezaba 50 años de Hogueras. Por una cuestión coyuntural de contexto histórico, aquella edición supuso un final de etapa, la de Tomás Valcárcel Deza como alma mater de la fiesta, antes de que surgiesen las fricciones con el alcalde Lassaleta. De todo ello se habló en una edición de Infogueres que pasó en un suspiro.

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