Opinión

Barcala hurga en la herida con Franco

El alcalde de Alicante recurre siempre que puede al exsenador, ahora «rehabilitado» por Morant, para tocar la fibra de los socialistas alicantinos

Franco y Barcala, en una imagen de archivo en un acto público

Franco y Barcala, en una imagen de archivo en un acto público / jose navarro

Al alcalde de Alicante, Luis Barcala, le gusta hablar de Ángel Franco. Sabe que haciéndolo hurga en la herida. No es un asunto banal: enoja a los concejales socialistas alicantinos (por el momento alineados con la portavoz, Ana Barceló, en su batalla interna) y, por extensión, a buena parte del resto de representantes de la izquierda municipal. Y, por eso, no pierde ocasión siempre que puede de mentar al histórico dirigente, ahora con cargo en la Ejecutiva del PSPV desde la llegada de Diana Morant, hace casi un año. 

Unas semanas atrás, en un corrillo en Fitur, Barcala no se escondió al decir que, por él, ojalá Franco siga muchos años moviendo los hilos de la agrupación socialista, ahora además con el respaldo implícito de la dirección nacional del partido. Con este deseo público, el alcalde insistía en aquel mantra de que Franco es especialista en ganar asambleas y perder elecciones. Algo irrebatible hasta la fecha. 

Este viernes, Barcala repitió estrategia en un ambiente de nuevo distendido. En el Salón Azul del Ayuntamiento, a la espera de que arrancase un acto público, el alcalde hizo corrillo con otros miembros de la Corporación municipal, con representantes del gobierno y de la oposición, desde la izquierda a la extrema derecha. Y ahí se volvió a hablar de Franco. También de Ángel.

El alcalde, con el PSOE representado, hizo alusión a la actual situación del exsenador, engrandecido desde que fue rehabilitado en el partido por Morant, tras años más en la sombra durante el mandato de Ximo Puig. «Ahora está diez veces más grande», bromeó el regido popular en alusión a su presencia en la Ejecutiva del PSPV como secretario de Movilización, para después desvelar que Franco lleva tiempo queriendo tomar un café con él, sin éxito por el momento.

Vino a decir, logrando la atención de otros concejales alicantinos, que el socialista le volvió a pedir recientemente una cita informal, algo que -según deslizó- ha repetido en los últimos años, con el mismo resultado. 

Café (anécdota) al margen, es evidente que Barcala, exhibiendo tranquilidad, sabe cómo tocar la fibra de la izquierda (de toda, porque sin PSOE no hay gobierno progresista en la ciudad), evidenciando en público que, mientras los socialistas siguen con sus cuitas internas, él sigue acumulando años al frente de la Alcaldía de Alicante. Ya lleva siete y va para nueve. 

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