Opinión | el teleadicto

Al cielo con ella

Henar Álvarez.

Henar Álvarez.

En el principio fue Eva Hache. Ha transcurrido mucho tiempo desde que la segoviana clausurase el primer late nigth presentado por una mujer y llegase el de Henar Álvarez. Al cielo con ella ha rodado durante doce semanas en RTVE Play antes de desembarcar en La 2, donde hizo un buen tándem con Cachitos de hierro y cromo.

En la primera docena de programas ya vislumbramos que el formato podía dar juego, y disfrutamos con algunas de las perlas que dejaron sus invitadas (y en este caso el femenino es muy pertinente por cuanto salvo Juan Sanguino y poco más todas las que se sentaron a charlar con la anfitriona fueron mujeres).

Memorables fueron las visitas de Elvira Lindo, en cierto modo madrina del programa, o Raquel Sánchez Silva, que llevó a cabo un prodigio digno de ser contado: fue capaz de llenar sus quince minutos de intervención sin que la presentadora le plantease siquiera alguna cuestión. A eso se denomina invitado agradecido. Y lo fue porque además supo regalar flores a diestra y siniestra a la propia Henar Álvarez, recordando anécdotas compartidas cuando ambas coincidieron en el programa Likes.

Nosotros recordamos a Henar Álvarez por su paso en Días de cine, espacio que presentó durante una temporada completa, mucho antes de que llegasen a él Elena S. Sánchez o la actual ronda de padrinos y madrinas. Quién nos iba a decir entonces que nuestra presentadora de cabecera contaría con un late nigth propio en la cadena pública.

Sería deseable que los directivos nos estuviesen demasiado pendientes de las audiencias y permitiesen que el formato tenga vida propia, que crezca y se desarrolle, para lo cual hace falta un ingrediente esencial: tiempo de rodaje. En mí Henar ha encontrado un incondicional.

Tracking Pixel Contents