Opinión | Una mirada a mi ciudad

La carrera por un centro de congresos

Los terrenos donde irá el futuro Palacio de Congresos en Elche, y que en estos momentos se utiliza como aparcamiento.

Los terrenos donde irá el futuro Palacio de Congresos en Elche, y que en estos momentos se utiliza como aparcamiento. / ÁXEL ÁLVAREZ

Las ciudades de Elche y Alicante han iniciado una extraña competición para conseguir llegar primero a disponer de un centro de congresos. La idea de atraer un turismo de congresos parece apetecible a ambas ciudades. Ante este hecho, vamos a adentrarnos en uno y otro proyecto para hacernos una idea de cuál es la posición en la que se encuentra cada uno. Y eso con una diferencia inicial: Elche cuenta ya con un Centro de Congresos y aspira a buscar otro más grande para elevar sus expectativas. Por el contrario, la ciudad de Alicante cuenta con un buen Auditorio, pero aspira a disponer además de un Centro de Congresos en condiciones.

El Centro de Congresos de Elche buscó su emplazamiento a través de una amplia discusión sobre su posible emplazamiento. Por el camino, hasta encontrar el lugar actual, las propuestas fueron muy diversas y basta recordar que la Universidad Miguel Hernández hizo un estudio en el que llegó a la peregrina propuesta de que lo mejor podría ser situarlo en el Parque Municipal. Por fin se desecharon este y otros emplazamientos menos adecuados para centrarnos en el actual, situado en la avenida del Ferrocarril, frente a la Universidad.

Hay que resaltar que Elche se ha decidido por un solar pequeño. ¡Y suerte que en los últimos tiempos ha decidido engrandecerlo! Será por tanto un Centro de Congresos que no podrá desarrollarse en una única planta. Y ¡ojo! la Némesis de Elche se llama Delegación de Cultura de Alicante y persigue enconadamente a nuestra ciudad, para que no cometa errores en la justicia de la ubicación de sus edificios. Así, aunque el Centro de Congresos se sitúe en una manzana edificable con un frente consolidado en altura, habrá que espera el informe de Cultura para estar seguros que no se afecta al Palmeral.

Por su parte, Alicante ha realizado ya un concurso internacional y ha seleccionado como ganador al proyecto de «Frade arquitectos y Luca Palau form». Este proyecto ha sido calificado por el jurado como «rotundo y emblemático». Y en efecto a primera vista el alzado es contundente y desde el mar resulta muy atractivo. Por contra, algunos arquitectos han expresado sus críticas por la falta de un espacio público ligado el edificio. Pero lo peor es que han pensado situarlo dentro del mar y eso puede complicar su ejecución. La Némesis de Alicante va a ser la Administración que gravita sobre los puertos de este país, ya que la ubicación de una obra de arquitectura en el interior de un puerto debe ser justificada y aprobada por hasta cinco ministerios distintos. El proyecto debe someterse, pues, a los criterios de Industria Comercio y Turismo, Defensa, Interior y Hacienda. Y por supuesto al de Transición Ecológica y Reto Demográfico al ser necesaria la aprobación de la Evaluación Ambiental Estratégica. En fin, creo que la ciudad de Alicante se ha metido en las procelosas aguas del puerto y le va a costar salir.

En cuanto a Elche, espero que pronto se plantee el pliego que deba regir el necesario concurso para la redacción del proyecto y que a continuación se desarrolle ese proyecto que todos ambicionamos. Ante esta perspectiva quiero añadir que me encantaría que además de Centro de Congresos sirva como auditorio de música, solución que con un pequeño coste añadido permitiría que Elche pudiera disfrutar en su día de una sala de conciertos con capacidad suficiente como para traer una gran orquesta sinfónica a nuestra ciudad.

También quiero expresar otra idea respecto a los aparcamientos. Un centro de congresos incluso con auditorio hace un uso limitado del aparcamiento. Es decir, solo se aparca cuando hay un acto o un concierto y el resto del tiempo el aparcamiento está vacío. Aún recuerdo las peleas por el aparcamiento en el Auditorio de Alicante entre sus usuarios diarios y los que queríamos aparcar solo las dos horas que duraba el concierto.

Y digo que se me ocurre una solución: desplazar el aparcamiento hacia la zona de la estación de autobuses donde podría gestionarse otro proyecto. Sería este un gran proyecto de acceso intermodal a nuestra ciudad y debería unir una nueva estación del ferrocarril (esta vez con más interés arquitectónico) con otra estación de autobuses soterrada. A su vez sería necesario un gran aparcamiento de acceso a la ciudad. También podría situarse un hotel y un pequeño centro comercial. Sería muy interesante incorporar a este proyecto el edificio de la Fábrica de Harina que podría desarrollar otros usos y convertirse a su vez en un mirador sobre el Palmeral. Lo cierto es que la accesibilidad a la ciudad de Elche ganaría sustancialmente con este proyecto de intercambiador que podría disponer también de un gran aparcamiento.

En fin, volviendo a lo nuestro, creo que esta carrera la va a perder Alicante, pues se debe enfrentar con su Némesis que será una Hidra de cinco cabezas ministeriales que puede desmembrar su proyecto con facilidad. Aunque los alicantinos cuentan con la ventaja de inspirarse en su querido Hércules que logró acabar con la Hidra de Lerna.

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