Opinión
Juan Miguel Pareja
Los Estados Unidos de Europa

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. / LAP
Históricamente, los pueblos de Europa siempre han tenido la necesidad de unirse, principalmente para defenderse de los pueblos del Este.
De los musulmanes, que cruzaron el Estrecho de Gibraltar (Al-Zaqaq como lo denominaron), se asentaron en la Península Ibérica, cruzaron los Pirineos, hasta que fueron derrotados por las tropas lideradas por Carlos Martel, allá por el año 732, en la batalla de Poitiers.
Fue precisamente el choque de dos civilizaciones el que sin duda determinó la acusada toma de conciencia de una cierta identidad de Europa, que se refleja en la denominación de “europeos”, que una crónica mozárabe del año 754 otorga a los que derrotaron a los musulmanes en dicha batalla, designando de este modo a la comunidad continental que se defendía en contraposición al enemigo exterior.
No fueron los Francos ni los pueblos de la Aquitania, sino los europeos, los que acabaron con el avance musulmán.
El testigo de ese impulso de unir a los pueblos de Europa lo recogió el nieto del tal Martel, nada más y nada menos que el emperador Carlomagno.
Tras él, siglos después, y ya para frenar el avance del imperio Otomano, se postularon desde el Papa Pio II (La Europa de mi tiempo) hasta el emperador Carlos V, con la religión como elemento constitutivo y aglutinador; y más adelante, desde el humanista español Luis Vives (con el apoyo de Luteranos y Calvinistas) hasta el Duque de Sully, ministro de Enrique IV de Francia, que puso su objetivo en construir una Europa formada por quince estados, con un Consejo General y un Consejo de Europa; o ya más recientemente, desde Kant (Por la Paz perpetua) hasta Víctor Hugo que, en su discurso en el Congreso de París de 1849, manifestó que “…un día vendrá en que habrá dos grupos inmensos, los Estados Unidos de América y los Estados Unidos de Europa…y se tenderán la mano sobre el mar…”.
Sin embargo, no fue hasta bien entrado el s. XX, y tras dos devastadoras guerras, en parte por los mismos deseos de paz de siglos pasados y en parte por miedo al avance comunista de la URSS cuando, de la mano de los Monnet, Schuman, Adenauer, De Gasperi y Spaak, se avanza firme y se lleva a cabo el primer tratado constitutivo de lo que ahora es la Unión Europea, en el año 1951, entre Francia, Alemania Federal, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo e Italia; una Unión Europea que desde esa fecha hasta hoy, después varios Tratados (Roma, Maastricht, Amsterdam, Niza o Lisboa), y tras siete ampliaciones -y una salida- la conforman veintisiete países, cada uno de su madre y de su padre, ese es gran parte del problema.
Los Estados Unidos de América han estado en muchas ocasiones para ayudar a sus amigos y aliados europeos (las dos guerras mundiales o el Plan Marshall, por ejemplo), por lo que nuestra preocupación era seguir mirando hacia el Este (ahora ya Rusia, acrecentado desde la invasión de Ucrania), pero parece que está cambiando la situación, de la mano del Sr. Trump, por lo que habrá que mirar y observar con detenimiento también lo que viene desde el Oeste, lo que nos deja en medio en medio.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado un plan para movilizar 800.000 millones de euros para rearmar a la UE. Al margen de cómo pretenda financiar esta enorme cantidad de dinero, creo que hay un error de concepto, y es que con ese plan no se pretende rearmar a la UE, sino a los países que componen la UE, que puede parecer lo mismo, pero no lo es.
Uno de los problemas de fondo de esta UE, que se acentúa en la cuestión militar, no es otro que el miedo que cada uno de los estados miembros -en mayor o menor medida- tiene a seguir perdiendo soberanía, es decir, a delegar en un organismo supranacional para que dicte lo que tienen que hacer dentro de sus fronteras. Ese ha sido un problema ampliamente debatido a lo largo de la historia de la UE, y claro ejemplo de ello fueron las disputas entre Charles De Gaulle y Winston Churchill a mediados del siglo pasado, y dicha reticencia a perder soberanía provocó que Reino Unido no entrara a formar parte de la UE desde sus inicios (la autoridad del Parlamento británico no admitiría otra superior a la de los órganos de la Commonwealth que no reconocen autoridad supranacional a los órganos europeos, dijeron), y -en parte- lo que le ha llevado a abandonar la UE a través del referéndum de 2016, el Brexit (a la segunda va la vencida, ya que en el año 1975 ya hubo un referéndum en este sentido, aunque en aquella ocasión ganó la opción de permanecer).
Aunque es cierto que la UE en los últimos años está dando pasos firmes para impulsar la cooperación entre los ejércitos de los distintos países miembros, la realidad es que no existe como tal un ejército propio de la Unión Europea, ya que la defensa nacional sigue siendo una prerrogativa exclusiva de cada uno de los países.
Personalmente creo que Trump es más maleducado que peligroso, por lo que no creo que haya un peligro real para la UE, y el nerviosismo de la presidenta de la Comisión y del resto de comisarios es desproporcionado (ya fue presidente 2017- 2021 y seguimos enteros), pero esta situación quizá deba servir para que desde el seno de la UE se reflexione y aclare qué queremos ser en el futuro, si queremos quedarnos como estamos o si queremos avanzar hacia los Estados Unidos de Europa.
- Hacienda confirma que devolverá 1200 euros en la declaración de la renta a los contribuyentes que cumplan este requisito
- Aviso de la Guardia Civil: prohibido llevar esta tarjeta en la cartera a partir de ahora
- El Gobierno anuncia cambios en el impuesto de sucesiones y donaciones: todo lo que has de saber en 2025
- Cambio en los autodespidos: te podrás ir de tu empresa con indemnización si cumples los siguientes requisitos
- Nuevo requisito para vender o alquilar una vivienda en España: será obligatorio a partir de esta fecha
- Ni 10 ni 20 minutos, este es el tiempo de descanso que tienen los trabajadores durante la jornada laboral según el Estatuto de los Trabajadores
- La Seguridad Social ya está quitando las pensiones de viudedad a las personas que no están cumpliendo estos requisitos
- Este es el nuevo permiso laboral de 20 horas que pueden solicitar los trabajadores en 2025: retribuido y acumulable hasta 5 años