Unidos por la música

"Por todo lo alto" 

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Director: Emmanuel Courcon / Intérpretes: Benjamin Lavernhe, Pierre Lottin

Los franceses dan envidia por muchas cosas. En cuestiones de cine, por casi todo. La película En fanfarria, estrenada aquí como Por todo lo alto, logró que dos millones de espectadores pasaran por taquilla y que los académicos se pusiesen de acuerdo a la hora las nominaciones a los César. Motivos había para ello. La historia de los dos hermanos que no se conocen hasta que sucede una pirueta del destino está contada por Emmanuel Courcon con mano maestra, haciendo que la narración avance a golpe de elipsis eficaces y rotundas.

Aquí el montaje es un arte. Una preciosa caligrafía que nos permite narrar tanto con lo que vemos como lo que no se ve. Eso se llama cine. Y por momentos nos remite a autores como François Ozon, doctorado en cinematografía francesa popular (en este sentido Cuando acabe el otoño, su última película, es un ejemplo extraordinario). Por todo lo alto es cine comercial bien hecho, donde los personajes está muy bien construidos y defendidos por dos actorazos, Benjamin Lavemhe y Pierre Lottin, que se crecen ante el reto que supone su tour de force.

La música sinfónica y la música de banda, la diferencia de clase social, el ying y el yang, nos conducen en el tramo final a una obra cumbre de la música francesa, del universal Maurice Ravel. Perdón por el spoiler, pero hay que citar el Bolero con el que se cierra la película. Su belleza y su contagioso brío dejan un sabor de boca estupendo cuando suben los títulos de crédito.