Opinión | Cine | Crítica

Extranjero de sí mismo

Fotograma de "Muy lejos"

Fotograma de "Muy lejos" / INFORMACIÓN

Muy lejos

***

Director: Gerard Oms

Reparto: Mario Casas, Raúl Prieto, David Verdaguer

Hay secuencias que bien valen toda una película. En Más lejos, la de los dos hermanos que interpretan Mario Casas y Raúl Prieto, en su alarde de sutilidad y precisión, es una de ellas. Hacía tiempo que no veíamos algo tan delicado. Modestamente, creemos que la historia debería acabar con ella, sin coda final. No importa hacer spoiler con la trama, porque lo importante de Muy lejos no es el final sino el largo camino. Porque el final es el principio de todo. Aunque cueste media vida llegar a encontrarse con uno mismo.

Pero basta de juegos de palabras. Lo que plantea la opera prima de Gerard Oms (en una película que tiene mucho de autobiográfica) es una salida del armario que cuesta más que el peor de los partos. El protagonista opta por irse lejos de casa pensando que será mucho más fácil ser él mismo, al margen de las redes familiares y sociales del entorno cotidiano. Vana ilusión. En Utrecht, el lugar elegido para el renacimiento, el camino siempre es cuesta arriba, y la vida de nuestro protagonista, Sergio, siempre se encuentra en las antípodas de un musical.

Gerard Oms escribe el durísimo proceso interior del personaje, incluidos los ataques de pánica que él mismo sufrió, como una sinfonía inacabada. Todo ello puntuado por las notas de un violoncello, compuestas para la ocasión por Silvia Pérez Cruz. Cada detalle cuenta en una historia minimalista, hermosa, en la que se cruzan unos secundarios cargados de vida que dan consistencia a un relato que no necesita de aditamentos para enganchar.

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