La muerte digna

El último suspiro

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Dr: Costa-Gavras / Int: Kad merad, Denis Podalydès

A vueltas con la eutanasia. El veterano Costa-Gavras, con sus 92 años cumplidos, nos regala una película acorde con su trayectoria vital, un cine comprometido con las ideas de progreso y las causas justas. Ahora emplea como cómplice al escritor Régis Debray, del que toma prestado su libro sobre la muerte digna.

Costa-Gavras nos presenta una película inteligente en la que confronta las ideas de un médico, Augustin Masset, y un escritor, Fabrice Toussaint, enfrentados dialécticamente a un tema siempre inagotable. Al médico le toca afrontar el final de la vida de sus pacientes, mientras que al escritor también se le agota la suya. Se trata de debatir y, por qué no, de hacer pedagogía.

En el casting figuran nombres tan ilustres como los de Charlotte Rampling, Karin Viard y Ángela Molina. Es curioso lo que sucede con esta última, cuyas apariciones siempre aportan un torrente de vida a la pantalla. Hablar de una Ángela Molina terminal es poco menos que un oxímoron. Precisamente a comienzos de temporada tuvimos la oportunidad de verla en una película de temática similar, Polvo serán, donde afrontaba el final de la vida por amor, eligiendo irse a la vez que su amado (el actor chileno Alfredo Castro) en una empresa europea especializada en este tipo de rituales. No es baladí hacer dialogar Polvo serán (musical, sorprendente, surrealista, bellísima) con El último suspiro, una crónica serena, discursiva y más que realista sobre las formas de enfrentar el final cuando la muerte es irreversible. Empleando para ello el título de las divertidas memorias del genio Luis Buñuel, imprescindibles para todo aquel que todavía no las haya leído.