Opinión | El teleadicto

El desfile gafado

Inés Hernand, Aitor Albizua, María Patiño y Belén Esteban en la presentación de 'La familia de la tele'

Inés Hernand, Aitor Albizua, María Patiño y Belén Esteban en la presentación de 'La familia de la tele' / RTVE

En medio millón de euros está presupuestado el desfile de La familia de la tele que se ha suspendido en dos ocasiones. Lo que no ocurre en un siglo sucede en una semana, y ha ocurrido en dos lunes consecutivos que ha fallecido el papa de Roma y se ha producido en nuestro país el mayor apagón de la historia. Los de La familia de la tele están tristes con el contratiempo. Es lógico. Porque preparar un desfile de estas características no se improvisa, y sobre todo porque la cantidad de invitados que moviliza el evento es descomunal.

Nada más lejos de mi intención que equiparar este divertimento televisivo con mis queridas fiestas de moros y cristianos. Pero puesto que las fechas han coincidido, me pregunto y les pregunto qué presupuesto haría falta para montar un desfile como las entradas cristiana (matinal) y mora (vespertina) que veremos este sábado en Alcoy (se me eriza la piel con sólo pensarlo). Si los 500.000 euros que va a invertir la televisión pública en el desfile inaugural de La familia de la tele ya parece un dispendio, ¿en cuánto se podría monetizar la película a lo Cecil B. DeMille que se podrá ver en la capital de l’Alcoià? O por poner otro ejemplo, y por favor, aquí no caben las comparaciones, que son odiosas: si nos trasladamos a la ciudad de Onil (pueblo natal de Eusebio Sempere y de tanta gente de corazón grande), ¿cómo podríamos presupuestar en euros la entrada que sus festeros llevarán a cabo este viernes 2 de mayo?

En el fondo esto no es más que una insinuación, una invitación soterrada a que contemplen el espectáculo. Las televisiones locales se vuelcan con estos eventos y À Punt va a retransmitir desde Alcoy unas entradas antológicas. Dicho queda.

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