Opinión | Opinions des d’Elx

Una fusión bancaria contra la competencia y la ciudadanía

Montaje con los letreros de las dos entidades bancarias, BBVA y Banco Sabadell

Montaje con los letreros de las dos entidades bancarias, BBVA y Banco Sabadell / INFORMACIÓN

La fusión que el BBVA persigue hacer con el Sabadell, desde hace años, se encuentra en su fase final. El intento anterior fracasó, pero, en esta ocasión, está completando todas las etapas y obteniendo los parabienes de los informes favorables, de diferentes organismos, que se tienen que emitir en esta fase preliminar.

El último ha sido el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que, a finales de abril, ha dado su visto bueno a la fusión introduciendo sólo una serie de requisitos formales para que «la operación no perjudique a los consumidores». Ahora, la decisión final depende del Gobierno, aunque éste sólo puede ampliar o reducir dichos condicionantes, al objeto de que la misma respete tales derechos, así como su impacto, por ejemplo, en la competencia en el sector o en el empleo, especialmente en las comunidades que pueden verse más afectadas, por una mayor presencia del Banco de Sabadell, que sería la entidad que desaparecería, ante el evidente solapamiento entre las oficinas de ambas entidades y que, es de suponer, tendría sus mayores efectos en Cataluña y en nuestra Comunidad, ya que es donde más presencia tiene puesto que, recordemos, el Sabadell la aumentó aquí al hacerse cargo de la CAM ante el «exitazo» en la gestión de sus anteriores responsables que, en general, se han ido de rositas a pesar del desastre de la misma.

Y es curioso que la CNMC sólo haya puesto reparos poco menos que formales ya que, reconoce en su informe, posibles problemas de competencia para particulares, pymes o autónomos, exclusión financiera en el ámbito rural, empeoramiento de condiciones en medios de pago y cajeros, etc. Algo que, por otra parte, ya se viene padeciendo desde que la concentración bancaria en España se intensificó hace pocos años.

Recordemos que, en 2009, el número de entidades financieras en España era de unas 55 y que, ahora, están en una decena. Que más del 60 % de las oficinas bancarias existentes entonces han sido cerradas. Hasta han eliminado cajeros, que han pasado de 61.714 a poco más de 40.000. La plantilla de personal se ha reducido en más de un 50 %.

Mientras, los beneficios de la gran banca se han disparado. En 2024 ascendieron a unos 31.000 millones de euros, un 25,4 % más que en 2023. Sólo en el primer trimestre de 2025 ya suponen casi 8.500 millones, un 27 % más que en igual período de 2024. El negocio bancario es fantástico. Si hay beneficios es para los accionistas y, si hay pérdidas, las asume el Estado y, además, no las reclama. Una maravilla.

No es así para los ciudadanos, autónomos o pymes. Con las fusiones bancarias se ha reducido la competencia entre entidades. Y se nota. Cuesta encontrar un banco, y que te atiendan debidamente, aún más. Todo pasa por un cajero, si lo encuentras y haces cola en la calle ante él. Si se te ocurre ir a ventanilla, pueden cobrarte hasta por ingresar, y no digamos por tener una cuenta. Se ha pasado de remunerar la misma u ofrecer regalos o incentivos por imposiciones a cobrarte los movimientos o «por mantenimiento». Y si eres una persona mayor, el desprecio o desinterés que se siente al entrar en cualquier oficina es escandaloso. Que vayas a la máquina o que lo hagas por internet te dicen. Muchos se ven obligados a pedir ayuda a otros, o traerse a un familiar para cualquier trámite.

Si esta ya es la triste realidad actual, miedo da pensar qué pasará si la fusión BBVA-Sabadell sigue adelante. La reducción de oficinas y personal en zonas como la nuestra será brutal. En Elx la presencia de la CAM siempre fue muy importante. Con la absorción por el Sabadell desaparecieron muchas oficinas. Si esta nueva fusión se aprueba, el nuevo BBVA se forrará, pero la ciudadanía lo padecerá con peores servicios y condiciones. Y nos afectará a todos. Aún estamos a tiempo de intentar evitarlo.

En una decisión insólita y muy novedosa, el Gobierno ha decidido hacer una consulta para que la ciudadanía, instituciones o cualquier interesado pueda dar su opinión sobre esta fusión. Es una oportunidad que nunca se había dado, y que puede marcar un precedente muy interesante en el futuro para otras iniciativas. Tiene un valor consultivo que debe permitir a cualquier gobierno conocer mejor la realidad. Se trata de una encuesta telemática promovida por el Ministerio de Economía, a través de su página web, en la que bajo el nombre «Consulta pública sobre criterios de interés general afectados por la operación de adquisición de BBVA sobre Banco de Sabadell» se ofrece contestar a unas sencillas preguntas sobre algo que, al final, a todos nos va a afectar.

Extrañamente, no se ha dado mucha difusión a la misma. Algunos hasta han criticado que se dé la palabra a la ciudadanía en estos casos. Incluso la semana pasada, INFORMACIÓN publicaba que el Consell y la Diputación de Alicante así pensaban, y que se negaban a participar en dicha consulta. Es de suponer que el Ayuntamiento de Elx tampoco haya visto interés en la misma, ante la ausencia de vídeos o declaraciones sobre el tema. Lamentable tanto desinterés institucional en algo que a todos nos afectará. Reducir la competencia bancaria no es lo mejor. Aún se está a tiempo de participar, y es conveniente hacerlo. El plazo finaliza este mismo viernes incluido.

Dar nuestra opinión y participar en esta consulta pública es una iniciativa novedosa, que debe tener continuidad. Y no siempre la banca es la que tiene que ganar.

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