Opinión

20 de junio, día del refugiado

No es una elección ser refugiado, pero responder a ello siendo refugio, sí lo es.

Palestinos se agolpan en un campamento para refugiados

Palestinos se agolpan en un campamento para refugiados / EUROPA PRESS

Convertirse en una persona refugiada nunca será el sueño de ningún menor en sus proyectos futuros. Quieren ser otras opciones, como cualquiera de nosotros soñó de pequeño. Ni la idea de maternidad tampoco es estar embarazada en un cayuco intentando llegar a ese lugar que, probablemente, de forma hostil te espere. Ni hablar de los ancianos que quedan encerrados en campos de refugiados de Atenas, en nuestra “DESquerida” Europa, ya que después del pacto de migración y asilo (aprobado en abril de 2024), querida, querida, así de corazón, pues ya no lo es.

No es una elección ser refugiado, pero responder a ello siendo refugio, sí lo es.

Y somos refugio cada persona que potencia la inclusión social de alguien “nouvingut” que llega a nuestro barrio, que compartirá la sala de espera de un hospital con la misma angustia que otro que cree tener más derechos por haber nacido aquí; es decir, por no haber sufrido conflictos bélicos, ni persecución por ideas políticas,ni desprecio ni condenas por amar a alguien del mismo sexo, como pocos ejemplos.

Personas forzadas a huir compartirán sus restantes tramos de vida con nosotros y, aguantando su duelo migratorio, intentarán, con toda la valentía posible, sencillamente vivir.

Pese a todas las dificultades que superaron y que lograron derribar, se encuentran de cara contra una que es la peor de todas: "El político racista”. Estos, ya no tan nuevos y estrafalarios, harán lo imposible para que en cada discurso se conozcan sus ideas racistas y xenófobas.

Este perfil del político racista manipula y lanza bulos contra las personas refugiadas, contra su religión, contra su natalidad y contra su idioma.

El racismo político es el mayor inconveniente que encontrarán aquí, en esos partidos de extrema derecha o derecha, porque juntos harán del refugiado la diana de su odio. Y sus votantes no saben que cuando se empiezan a perder los derechos humanos, empiezan perdiéndolos unos y al final los perderemos todos.

Así que hoy, 20 de junio, está dedicado a las personas refugiadas y a todos los que creemos que podemos ser su refugio.

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