Opinión | El teleadicto

Adiós a "La familia"

María Patiño y Kiko Matamoros en 'La familia de la tele'

María Patiño y Kiko Matamoros en 'La familia de la tele' / RTVE

Lo de La familia de la tele fue visto y no visto. En total se computaron 32 programas, pero da la impresión de que están muy lejanos en el tiempo. De esa cifra a los 14 años de Sálvame dista un abismo. Con su escueto 4,5% de cuota de pantalla, pocos fueron los espectadores que se atrevieron a zambullirse en los entresijos de La familia de la tele. No seré yo quien diga que es el mejor de los programas televisivos del año, pero sí tuvo un ingrediente que lo hizo distinto y atractivo.

Nos permitió ver las entretelas de la televisión sin trampa ni cartón. Hasta las torpezas vividas en su histriónico final, cuando tres de los colaboradores salieron de Prado del Rey dentro de tres sarcófagos, nos dieron medida de su sinceridad apabullante.

No es frecuente ver televisión desnuda, que se atreva a mostrar las tripas de una manera tan desinhibida. El 5 de mayo, después de dos estrenos frustrados, los del equipo de La familia de la tele se vieron con un formato larguísimo que rellenar pero sin directrices claras de cómo hacerlo. De esta manera cada cual apoyó el proyecto como mejor supo o pudo. Los hubo tan desconcertados que no dudaron en mostrar su enojo delante de las cámaras. La diferencia con cualquier otro tipo de formato estribó en que esos berrinches fueron emitidos en directo. La familia de la tele fue un programa «en construcción» desde el minuto uno hasta el último. Pocos pueden decir que fallecen todavía buscándose a sí mismos.

Como dice el refrán, aquí, quién más puso más perdió. De ahí que María Patiño pareciese la más tocada después del desaguisado. Mientras, dio la impresión de que Hernand y Albizu salieron indemnes de la debacle.

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