Desde estas líneas, me gustaría dar las gracias a todos los actores que intervinieron en mi accidente del día 2 de agosto en La Vila.

Paso a relatar brevemente el traspié. A la recogida de mi vehículo sito en los bajos del mercado municipal de la localidad, sufrí una caída que desgraciadamente me produjo, algo de “chapa y pintura” pero sobretodo una compleja fractura de húmero.

Desde el primer momento, la empleada del parking se ofreció para lo que fuera menester, hasta que llegaron los agentes de la Policía Local. Estos avisaron a la ambulancia que me derivó al Hospital Marina Baixa.

Una vez allí, el servicio de traumatología, me explicó que la fractura tenía mal pronóstico que no fuera la intervención quirúrgica. Quedé ingresado. A los tres días me operó el equipo dirigido por el doctor Serralta, todos ellos de una calidad humana y profesional excepcional.

También me gustaría agradecer al servicio de enfermería y auxiliares de la planta, siempre dispuestos a todo lo que necesitara.

Ya en mi casa, he tenido que volver varias veces a las curas, donde otro gran profesional, José Miguel, se deshizo en parabienes hacia mi persona.

En definitiva, los servicios públicos, tantas veces denostados, han sido de 10, teniendo en cuenta también que en la mayoría de los casos ejercen en instalaciones y medios precarios.

Gracias a todos.