Angela Merkel ha sido canciller de Alemania durante 16 años, primera mujer canciller en la historia de Alemania, y dice la prensa que, con sus luces y sus sombras, pero ha sido reelegida una y otra vez. Ahora sigue siendo admirada, aplaudida, ensalzada, considerada, pues en mi opinión se lo ha merecido, ya que ha dejado su fortaleza y juventud durante estos años y ya antes en la oposición fue una líder de su partido. Todo ello me ha recordado los 24 años de alcaldesa de Rita Barberá, también dejando su juventud y su vida, y reelegida una y otra vez por los ciudadanos y ciudadanas. Para mí sigue siendo la alcaldesa perpetua de Valencia, esté quien esté en el consistorio. Muy pocos políticos de su partido le agradecieron su permanencia en la alcaldía, al contrario, la vituperaron, la escarnecieron y la enfermaron, llevándola a su fallecimiento y pienso por los grandes disgustos que le dieron. De lo que le acusaron, la justicia dictaminó póstumamente que no había nada en su contra. Menos mal que el actual alcalde de Valencia ha permitido que colgaran el cuadro en la galería de alcaldes, aunque luego los socialistas y comunistas se negaron a hacerle alcaldesa honoraria con sus votos en contra. Triste destino en su memoria, al contrario que el de Angela Merkel, que siempre le tendrán en un pedestal como la gran canciller de Alemania. Vivir para ver.