Vivienda, un problema social y un problema de Estado, el artículo 47 de nuestra Constitución comienza diciendo, todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, por lo que el Estado la incumple sistemáticamente.

La falta de viviendas de VPO, o de iniciativa privada para el alquiler social, es un problema endémico, en la Vega Baja no existen ni están en proyecto. Con trabajos en precario y mal pagados, jóvenes y mayores se ven obligados a buscar difíciles alternativas.

La posibilidad de acceder a una vivienda digna y asequible de alquiler, es una garantía de poder ejecutar nuestra libertad, buscar el trabajo que más te interese o vivir donde te apetezca, vivir solo o en pareja y tener hijos si es tu deseo, sin verse agobiado por una hipoteca, que te ata la mitad de tu vida, si puedes acceder a ella.

Nos vemos sometidos a una gran trampa, cuando nos inculcan que la propiedad de una vivienda es nuestro objetivo, cuando debe de ser una consecuencia, la mejor manera de tener ciudadanos obedientes es tenerlos endeudados la mitad de su vida.

Bienvenido el bono para los jóvenes, pero que pasa con los que durante la crisis perdieron su vivienda, con los separados o divorciados que tienen que iniciar una nueva vida, o simplemente con los que nunca pudieron comprar una, están en el olvido y ojo también votan.