A Rajoy la corrupción le paso factura con la moción de censura, que de la noche a la mañana le apeo de la Moncloa. Un presidente que se financió con dinero negro, que pago en negro un millón de euros por la reforma de la sede del PP en Madrid, que cobraba sobres en negro, no ha sido investigado y solo fue como testigo a declarar y le mintió al juez; lo mismo que le mintió Aznar

Han pasado once años desde que estalló el caso “GURTEL” y se destaparon los papeles de Bárcenas, el cabeza de turco de esa operación. El PP como partido ha recibido su segunda condena en firme y solo lo zanjará con una insignificante multa, mientras que a Bárcenas se le suman 2 años más en cárcel de los ya 29 que tiene de condena, y nadie más de los que cobraron sobres de la caja B han recibido condena, lo mismo que paso hace unos meses en la Audiencia Nacional con el carpetazo al caso “KITCHEN”, una operación parapolicial cuyo objetivo era salvar al expresidente Rajoy, el mismo que presidia el Gobierno de España y que utilizó los fondos reservados para espiar a Bárcenas y robarle toda la documentación que guardaba contra Rajoy. La culpa es tan evidente que el nuevo Presidente del PP, Pablo Casado, solo se limita a decir que no hará comentarios, pues todo eso es del pasado, un pasado que le perseguirá durante meses, ya que quedan varios casos para sentenciar y porqué sigue presidiendo desde la sede pagada con dinero negro. Esa es la diferencia entre el trato que ha recibido Alberto Rodríguez, “el de las rastras”; así le llaman los del PP, por una patada que en el 2014 le dio a un policía en una manifestación, cuando no había ganado todavía el escaño en el Congreso, como miembro de Unidas Podemos, ahora arrebatado por una sentencia del Tribunal Supremo, se ve obligado a dejar su escaño. Esa es la doble vara de medir nuestra justicia, señores lectores.