Los últimos informes de la ONU, revelan que solo quedan ocho años para frenar el calentamiento global. En la actualidad el cambio climático es el principal enemigo que tiene el planeta Tierra para salvaguardar la vida del ser humano y demás especies; el objetivo es frenar la temperatura y que no suba 2 grados a finales de siglo, y de ese modo volver a temperaturas de antes de la era industrial; la quema de combustibles fósiles a lo largo de las últimas décadas, en fábricas, transportes masivos y demás actividades humanas con la globalización, han desencadenado la intensificación del efecto invernadero en la Tierra, responsable del cambio climático y ello amenaza la supervivencia de la humanidad. La velocidad con que avanza el calentamiento no está acorde con el ritmo de medidas que han adoptado en Glasgow, para reducir las emisiones de CO2 por parte de los países más contaminantes e industrializados, China, la fábrica del mundo; EEUU, e India, y así lo demuestran todos los informes presentados en la cumbre climática por parte de los más prestigiosos científicos del mundo, por tanto, habrá que preguntarse sí una vez más, todos los acuerdos allí tomados se convierten en papel mojado. Está claro que el capitalismo masivo no le interesa acelerar dichas medidas, ya que hay que invertir miles de billones en transformar la industria y descarbonizar el planeta, la prueba la vimos en el pasado año con la pandemia, al estar confinados, se paralizo el transporte aéreo mundial y la mayor parte de industria contaminante, etc…es verdad que apenas hubo consumo, bastante trabajo teníamos con sobrevivir al virus, pero habrá que elegir entre apostar por un planeta más sostenible para que las siguientes generaciones puedan vivir o cargar con la culpa de negarles un futuro limpio. El planeta no puede absorber todo lo que consumimos masivamente, y todos somos responsables, no necesitamos tener 20 pares de zapatos, ni 20 pantalones, etcétera, solo tenemos dos pies y un cuerpo que no necesita más que una vestimenta, reciclemos parte de lo que tenemos, compremos fruta y verdura de cercanía para favorecer el comercio local, viajemos en tren, en bicicleta, andemos más, etc… no hagamos como los líderes mundiales que emitieron mil toneladas de CO2 para ir a la COP26