El efecto tijera

La Asociación de Mujeres Juezas muestra su apoyo a la reforma del Código Penal que plantea la ley del 'solo sí es sí'

La Asociación de Mujeres Juezas muestra su apoyo a la reforma del Código Penal que plantea la ley del 'solo sí es sí'

Sofia Morales Garrido

No hace mucho reflexionaba con un amigo sobre la gran diferencia que hay entre la presencia de hombres y mujeres cuando se van subiendo escalones en el escalafón de cualquier empresa de casi cualquier actividad.

Al principio de una actividad: docente, investigadora, de negocios o profesional de cualquier tipo, la presencia de las mujeres es mayor, considerablemente mayor que la de los hombres sobre todo si, por medio, hay una titulación universitaria.

Los datos revelan que hasta que los papeles del hombre y la mujer no sean equivalentes en la sociedad, esto se reflejará también en la vida cotidiana, académica y social en general.

Los estudiosos describen como “efecto tijera” al hecho que muestra la distribución del hombre y la mujer cuando representamos el tanto por ciento de su presencia en contraposición al nivel de la cadena de estudio o de mando dentro de una actividad.

Por poner un ejemplo: las mujeres matriculadas en la Universidad que se gradúan llegan a ser el 60 por ciento frente al 40 por ciento que son hombres.

A la hora de obtener el doctorado los porcentajes se igualan, pero al llegar a Catedráticas y Catedráticos, la curva cambia de sesgo y ahora es el 75 por ciento de hombres frente al pequeño porcentaje de mujeres que prácticamente no alcanza el 25 por ciento.

Hoy en día este efecto tijera sigue, para oprobio del país, representando la falta de igualdad.

Cuántas veces nos llama la atención la foto de colegios profesionales en la que los hombres representan la abrumadora mayoría.

Eso por no hablar de organismos, estatales o no, donde parece que no contaran con mujeres preparadas para los altos cargos

Han pasado apenas cuatro generaciones desde el tiempo en que a la mujer no se nos permitía sentarnos en las aulas universitarias.

No me gustaría que de estas palabras se deduje que no se ha avanzado en derechos e igualdad, pero cuando, como es el caso, esta desigualdad genera desprecio, falta de respeto y, por desgracia, violencia, cuando esto ocurre nunca se habrá avanzado con la suficiente celeridad.

Ya hemos visto que, por el efecto tijera, son los hombres los que ocupan cargos más altos y en mayor proporción. La pregunta es, si son ellos los que han de elegir colaboradores o sucesores ¿cuándo se podrá llegar a la igualdad en la cúpula?

¿Habrá que esperar otras 4 o 40 generaciones más? ¿O habrá que aplicar la tijera para cortar de raíz “efectos” como éste?

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