Me ha gustado la noticia: científicos identifican bacterias capaces de degradar petróleo en el Golfo de México. A más de tres mil metros de profundidad han logrado caracterizar microorganismos capaces de biodegradar hidrocarburos tras un derrame de petróleo. Bacterias marinas caracterizadas que degradan orgánicamente el petróleo e incluso sus derivados, como plásticos, y pueden reducir el daño de un derrame en la mar.

Estoy concienciado con el pueblo ucranio, y no creo en tiranos ni me gustan. Utilizar las vidas de sus compatriotas para aumentar su orgullo de dictador empedernido, sin mostrar arrepentimiento, con naturalidad pasmosa, me enerva y conturba. Los ucranianos son asesinados sin contemplación, también mueren sus soldados enviados con engaño a la guerra, mientras Putin el malvado, ofrece actitud indiferente de esta guerra que lleva a cabo. En Ucrania el alba se funde cada día entre el despertar natural, voces, sonidos que se desprenden de los animales, pues en medio de la guerra, la vida natural sigue abriéndose paso sin molestar. Pero no hay tregua, Putín en el voraz avance de su guerra codiciosa y miserable, provoca estruendos de misiles, bombas, morteros, balas y cañonazos que percuten sobre las ciudades ucranias destrozando viviendas y segando vidas.

Los supervivientes ucranios, combatientes o no, se alegran por vivir un día más, pero su contento no se ve reflejado en sus orlados ojos, pozos tenebrosos, donde anida tensión, miedo, el recuerdo a familiares o amigos evacuados del país, y el llanto por cuantos camaradas han perdido su vida. Batalla desigual, donde sentimos vergüenza por esas tropas rusas que compran mercenarios y, avanzan sembrando de cadáveres y destrucción su camino. Ojalá hubiese bacterias capaces de eliminarles de un plumazo.