A Enrique Cardona, de 25 años, muerto en accidente de moto el día 17 noviembre 2022.

Como pájaro que baja del nido, y en sus primeros vuelos, buscando insectos con los que llenar el buche, cae enredado en ramas de espino. Con su joven plumaje atrapado, desfallece, parece que duerme, pero agoniza.

Nada hace pensar que sucumbirá definitivamente. Nada dice que no pueda superar con su fuerza y ganas de vivir el trance. Pero... ¡no parece avivarse su mirada! Algo desfallece del todo. El enredo es brutal. No puede levantar vuelo.

Desde el nido sus hermanos le pían; desde las ramas cercanas sus padres también. Nada; no hay respuesta. Se agota, se acurruca, parece dormir. cierra los ojos e inicia su viaje definitivo.

Acabó su corta vida en un vuelo de reconocimiento. No tuvo tiempo de crecer.

Su piar se perderá con el tiempo en la frondosa maleza; el de sus padres, desde una rama cercana al nido, será constante, eterno; para recordarnos su amplia sonrisa y su amable encuentro.