De unos años a esta parte se han puesto de moda las motos eléctricas compartidas (motosharing). Este fenómeno empezó en las grandes ciudades y se ha ido extendiendo a poblaciones del área metropolitana.

Esta nueva filosofía de compartir vehículo, disminuyendo las emisiones contaminantes y liberando a las ciudades de vehículos y su consecuente congestión, permitiendo además a sus usuarios liberarse del estrés de encontrar aparcamiento, se está convirtiendo en una invasión. Hay motos aparcadas en jardines, parques, aceras; otras son mal aparcadas reduciendo el poco espacio disponible para los automóviles (quizás los usuarios ya no recuerden lo que les costaba antes aparcar el coche).

No sé si hay alguna regulación a este respecto, normalmente la legislación siempre va por detrás de los nuevos usos, pero creo que debería haber un espacio asignado para este tipo de vehículos al igual que existe para las bicicletas compartidas y que todos los ciudadanos pudiéramos disfrutar del barrio sin necesidad de ir esquivando la marabunta de vehículos que nos rodea. Quizás baste con un poco de solidaridad y educación.