Todo lo que fluye influye, o no
Enrique Stuyck Romá
Es formidable la influencia que pueden ejercer sobre nosotros determinados términos que se ponen de moda y que se escuchan a todas horas. Como fluir, que parece una palabra talismán, una especie de amuleto que llevamos colgado y que lo soltamos como si tal cosa pero que nos desprendemos de él así nos maten porque da mucho juego.
Como las palabras fluyen y también influyen se podría hablar de la influencia de la fluencia o de las fluencias de las influencias, porque todo lo que fluye influye, y viceversa, lo no tendría sentido salvo que su origen etimológico fuera otro, que no lo es, porque estaríamos hablando de otra cosa, de cualquier otra cosa.
De cualquier otra cosa, como, por ejemplo, de fluidos o de influidos, pero no es lo mismo. Puede parecer lo mismo pero no lo es, porque no es lo mismo fluir que influir o fluido que influido, que no es lo mismo.
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