Isabel Díaz Ayuso, en combate permanente

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. / EFE

MªAntonia Montesinos

La presidenta de la Comunidad de Madrid, se victimiza para justificar el plantón que le da a Sánchez en la ronda de presidentes autonómicos para abordar los distintos problemas de los ciudadanos. Es de vergüenza que una representante de siete millones de ciudadanos, que argumente que no va a la Moncloa porque Sánchez ha llamado delincuente confeso a su novio, cuando todo el mundo sabe que la presidenta, desde el minuto uno, dio una rueda de prensa para mentir acerca de los 350.000 euros que su novio había defraudado a Hacienda por la venta de dos millones de mascarillas en plena pandemia. Ella relataba que Hacienda, que somos todos, le tenía que devolver a su novio cerca de seiscientos mil euros. Una burda mentira a su estilo, ya que era al revés. El abogado del novio contactó con Hacienda para llegar a un acuerdo, ya que estaba siendo investigado por dobles delitos, fiscal y falsedad documental, y nada de «multa», como decía Ayuso. Por tanto, su pareja, Alberto González Amador, es, según la justicia, un presunto «delincuente confeso» y hay que decir bien alto y claro que los defraudadores listillos están defraudando a todos los españoles, sean del color político al que pertenezcan, deben pagar por sus delitos. Por tanto, la presidenta de la Comunidad de Madrid se está beneficiando de la vivienda que comparte con su novio y que compró con el dinero defraudado. No solo hay que decir ser una persona honrada... sino parecerlo.

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