Benimantell: Un paraíso al borde del abismo

En el norte de Alicante, a los pies de la sierra de Aitana, se encuentra Benimantell, un pueblo que inspiró a escritores y artistas como Gabriel Miró y Emilio Varela. Su riqueza cultural y sus paisajes han definido su identidad, pero hoy esta esencia enfrenta retos ante el auge del turismo.

La llegada del Hotel Vivood, que prometía revitalizar la economía local, ha tenido efectos mixtos. Aunque inicialmente generó empleos, hoy muchos trabajadores vienen de fuera del pueblo, dejando pocas oportunidades para los locales, quienes en ocasiones deben buscar trabajo en otros lugares. Además, el crecimiento de las licencias de alquiler vacacional ha elevado los precios de la vivienda, dificultando que los habitantes encuentren hogares asequibles en su propia comunidad.

A medida que el turismo gana terreno, la economía de Benimantell ha cambiado, desplazando la agricultura que por generaciones sostuvo al pueblo. Aunque algunos inmigrantes han revitalizado esta actividad, trabajando arduamente en el campo, la agricultura ha perdido su rol central.

En un intento por proteger el entorno, recientemente se suspendieron las licencias de nuevas construcciones por dos años para preservar el paisaje del embalse de Guadalest. No obstante, la reciente aprobación de un camping genera preocupación por el impacto en los recursos hídricos de la región, especialmente en una zona vulnerable a la sequía.

La belleza de Benimantell, descrita por Miró como un «refugio de paz», está en riesgo. La expansión turística crea una desconexión entre los visitantes y la comunidad local, y amenaza la hospitalidad y el espíritu de unión que definían al pueblo. El reto ahora es encontrar un equilibrio que permita un desarrollo turístico sostenible, que respete tanto el entorno natural como la calidad de vida de los residentes, evitando que el crecimiento económico a corto plazo termine desdibujando la esencia de Benimantell.