Cartas de los lectores

Felipe VI no asistirá al primer gran acto por los 50 años de la muerte de Franco

Los Reyes y la princesa Leonor presiden la Pascua Militar en el Palacio Real

Lucía Feijoo Viera

Sería vergonzoso que se recordara ese aniversario. Ya sé que he visto imágenes donde el tirano y dictador le tocaba la cabeza. No veo Alemania celebrando el día del presunto suicidio de Adolf Hitler, ni mucho menos en Italia donde arrastraron a Benito Mussolini por las calles.

Marcaron un hito sangriento en la historia. Por tanto, sin olvidarlo, pues la historia es cíclica y los pueblos amnésicos. Solo algo que pone los pelos de punta, excepto Camboya con los jemeres rojos, ostentamos el deshonroso récord de ser tras ellos el país con más desaparecidos en cunetas y fosas comunes: 250.000 personas.

Luego, con los prisioneros políticos republicanos como con los faraones, pero no del Valle de los Reyes de Egipto, sino de los caídos y todos los que morían durante la ejecución de las obras de un ególatra total, que también enterró a José Antonio Primo de Rivera (líder de la falange, ejecutado cuando se pedía un canje con el líder anarquista, a lo que respondió matándolo y la consecuencia para él fue encontrarse con una ideología). En la muerte de Luis Carrero Blanco dijo que no hay mal que por bien no venga. Pues igual con Sanjurjo, Mola y hasta su hermano Ramón, demasiadas casualidades.

No recordemos a aquel que mantuvo una represión hasta su muerte y eligió heredero a un hijo adoptivo virtual, nieto de su padrino de bodas Alfonso XIII. Qué suerte tuvo con Carmen Polo, dio un verdadero braguetazo el llamado por el carnicero de Andalucía, Queipo de Llano, «Paca la Culona». Aún recuerdo aquel anuncio de Carlos Arias Navarro: «Españoles, Franco, ha muerto».

Hasta hicieron coincidir su muerte con el día en que murió aquel que le vino bien que muriera un 20 de noviembre de 1936 en nuestro Alicante. Prisión José Antonio, ahora Residencia de Estudiantes.

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