Cartas de los lectores

La careta democrática

Francisco Franco y Adolf Hitler en la estanción de Hendaya en 1940.

Francisco Franco y Adolf Hitler en la estanción de Hendaya en 1940. / ARCHIVO

Gabriel Barco Alonso

Algunos padecen de una amnesia interesada cuando no recuerdan que, aunque haya pasado el tiempo, la hemeroteca del tiempo, les precede y descubre. Lo que nos es familiar, de miembros del llamado entonces Movimiento, son los fieles de la Formación del Espíritu Nacional, FEN. Lo curioso es que se rasgan las vestiduras, como los hebreos en defensa de una democracia, en la que ni creen ni quieren. A ellos les va el ordeno por lo que lo digo yo. Aquellas frases que decían: «¡Atención! Hace acto de presencia, su excelencia el jefe del Estado, caudillo de las Españas y sus Ejércitos por la gracia (yo diría desgracia) de dios».

Pues nada, con su máscara de demócratas dando lecciones y llamando a los contrarios golpistas. Muchos tuvieron como padres y abuelos: represores, inquisidores, torturadores, violadores y asesinos. Cuánto se hicieron ricos robando al pueblo que mataban. Pues si ahora son unos pulcros demócratas y, si están en contra, eres un golpista.

Pobres facha pobres, que os engañan estos y estas personajes, eso sí con caros ropajes.

Un recuerdo para don Antonio Machado Ruiz, decía: «El arma más destructiva del fascismo es la mentira».

Son mentira hasta sus caras, muchos van de modernos con barba, cuando son lobos con piel de cordero. Cuidado con los herederos de Mussolini, Hitler y Franco, que andan por ahí pululando.

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