Cartas de los lectores

De su martillo, los martillazos

El vicesecretario de Cultura y portavoz del Partido Popular, Borja Sémper, en una rueda de prensa.

El vicesecretario de Cultura y portavoz del Partido Popular, Borja Sémper, en una rueda de prensa. / EP

Moisés Aparici Pastor

Moisés Aparici Pastor

Hace un tiempo que esa bondad, esa moderación política y cierta templanza que muchos españoles adjudicábamos al actual portavoz del PP, Borja Sémper, al ser recuperado por Feijóo para que este fuese la cara amable de su PP ante los españoles, era poco menos que una entelequia. Y el paso del tiempo y muchas actuaciones del portavoz han ido dándonos la razón, pues Sémper, lejos de acomodarse a ese papel conciliador, ha resultado ser un vocero cualificado más de los desmanes de Feijóo. Por eso no han pasado desapercibidas las manifestaciones de Sémper al criticar al Fiscal General del Estado por el borrado de todos sus mensajes de WhatsApp meses atrás. Así ha dejado claro que si borra mensajes es porque está ocultando algo. Quien nada teme, nada borra.

Y esta amarga afirmación de la que se puede estar conforme o por lo menos concederle en beneficio de la duda al Fiscal General, aunque este afirma que estos borrados los hace con frecuencia como protocolo de seguridad. Lo escabroso del tema no es si estamos conformes con esta actuación, sino que Sémper pronuncia su sentencia desde la misma sala donde el PP destruyese a martillazos los famosísimos ordenadores de Luis Bárcenas. El PP lleva años donde parece que sostiene una operación de lawfare en su intento de destruir a Sánchez. Y digo yo, si hace años el PP se libró de castigo alguno por aquel destrozo a martillazos de los ordenadores de Bárcenas, ¿por qué no puede librarse el Fiscal General del Estado por destruir sus propios mensajes? En ambos casos se destruyeron pruebas. Ya veremos qué pasa en este sonado caso, y discúlpenles por repetir el pasado en vez de recordarlo. De su martillo, los martillazos.

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