Cartas de los lectores

Sobre el apagón y otras cosas

Los pasajaros bajando del tren detenido por el apagón en Alicante.

Los pasajaros bajando del tren detenido por el apagón en Alicante. / Alex Domínguez

Francisco Penalva Aracil

El día del apagón todos pensamos que era algo gordo; de manera impulsiva fuimos a comprar comida, agua, linternas y papel higiénico. Hubo quien se fue al pueblo pensando en cultivar la tierra, comprar gallinas y una vaca.

Estábamos sin luz, con las únicas y pocas noticias que algunos podíamos oír en aparatos de radio con pilas. ¿Qué había pasado? Nadie lo sabía, ni red eléctrica ni el gobierno de la nación que informó tarde y no dijo prácticamente nada, y sigue igual. Ese fatídico 28 de abril de 2025 pasaron cosas muy graves: problemas en operaciones en hospitales. En los trenes - que por cierto siguen pasando casi todos los días- parados en las vías con gente encerrada dentro, hacinados como animales, sin poder comer ni beber. Así como en estaciones de tren, autobuses y aeropuertos... Sufridos, resignados y pacientes españoles a ciegas y oscuras, igual que las autoridades que nos tienen que proteger.

Yo, en mi tierna ingenuidad, tengo la sensación de que nos manipulan desde no se sabe muy bien dónde. Hay muchos medios para hacerlo: Internet con sus redes sociales llenas de mentiras. Móviles con la siniestra IA puesta en ellos, no se sabe por quién. Y cada vez estamos más sometidos a un régimen de control y vigilancia a todos los niveles. Y lo peor, los ciudadanos son menos rebeldes ante tanto desconcierto. Muchos se sienten ya impotentes y paralizados. Ya veremos qué pasará, nada bueno. 

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