L. F. A., con un problema de epilepsia, requirió los servicios de resonancia magnética en cinco ocasiones tras su intervención quirúrgica. El 16 de septiembre de 2009, la empresa a la que la Generalitat adjudicó el servicio el año anterior facturó una «RM cerebral, gratuita» y una «RM 3D cerebral doble» por un total de 232 euros. El 2 de febrero de 2010, el estudio periódico de seguimiento tras la operación (que comprende todas las pruebas realizadas en una misma visita) subió a 928 euros, al incluir cuatro RM dobles. El 11 de noviembre, sin embargo, bajó a 617 euros por una RM cerebral simple, una cerebral 3D doble y otra 3D Difusión cerebral; la misma factura se repitió el 2 de julio de 2012. Por último, el 25 de marzo pasado, la empresa facturó 464 euros por una RM cerebral 3D y otra 3D Difusión cerebral dobles. Es uno de los cuatro ejemplos que detalla la Sindicatura de Comptes de «facturación heterogénea» de la concesionaria, la UTE Erescanner SL, por pacientes a los que se les realizaron «estudios periódicos post-tratamiento quirúrgico».

En su informe en el que estima que el Consell se ahorraría 16,8 millones anuales si prestara el servicio con medios propios en vez de haberlo privatizado, la auditoría plantea que «para evitar estas situaciones, consideramos que no debe ser el proveedor quien determine la prueba a realizar, sino que debe elaborarse un protocolo de pruebas a realizar en función de la patología o situación clínica». Éste debería «consensuarse entre los servicios de radiología de los distintos hospitales y el proveedor del servicio».

La Sindicatura también habla de «numerosas incidencias relacionadas con una incorrecta valoración de las pruebas realizadas». Así, por ejemplo, una resonancia de mano y muñeca con contraste se facturó como dos dobles (564 euros) cuando está catalogada en los pliegos del contrato como doble (232 euros), mientras una «RM estadiaje recto (con contraste)» se cobra como dos dobles (512 euros) cuando debería ser una doble (280, con el contraste). Todas estas anomalías, según comunicó la empresa al Síndic, ya fueron detectadas por la UTE durante una revisión interna en 2012. De la misma se concluía que en los hospitales de las provincias de Valencia y Castellón hubo un exceso de facturación a Sanidad en el periodo 2008-2012 de 1.873.000 euros, y que en Alicante «no están afectados por posibles discrepancias». Sin embargo, el auditor público advierte que de su «revisión se ha detectado que la RM vascular cerebral en los hospitales de la provincia de Alicante se factura como dos triples (según el catálogo es una triple)». Esto es, 567 en lugar de 283 euros.