La discreción es una de las virtudes más extendidas entre los diputados valencianos en Madrid. Al menos entre 12 de los 33 parlamentarios de la Comunidad Valenciana que pueblan los escaños del Congreso. En los 20 primeros meses de esta legislatura -la que arrancó tras las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011- no han abierto la boca una sola vez en el pleno ni en comisión.

Ni una pregunta oral habían presentado hasta el mes de agosto, según se desprende del registro de iniciativas parlamentarias de la propia página web del Congreso. La práctica totalidad de los que tienen un cero en su casillero de intervenciones son del PP: once de doce. Entre otros, el exvicepresidente del Consell Gerardo Camps. Precisamente tuvo que asumir la difícil papeleta -porque se la endosó la dirección del grupo popular- de defender el pasado 10 de septiembre desde la tribuna el aplazamiento del debate sobre la reforma del Estatuto, que incluye la cláusula que blinda las inversiones en la Comunidad.

Los 33 diputados valencianos intervienen de media una vez cada cuatro meses.

El exconseller Esteban González Pons, Vicente Ferrer, o Ignacio Gil Lázaro, azote del entonces vicepresidente Rubalcaba con preguntas sobre el caso Faisán, son algunos de los que no habían interrogado de forma oral. El único de la oposición que no se había estrenado en el uso de la palabra hasta agosto era Ciprià Ciscar.

La oposición se muestra, como es normal, mucho más activa. Hay nueve diputados valencianos de la izquierda que han presentado más preguntas escritas, orales y solicitudes de información al Gobierno que los 20 diputados del PP valenciano juntos. La bancada popular ha registrado 336 iniciativas, una media de 16,8 por escaño. Solamente el diputado socialista Ximo Puig lleva contabilizadas 801, un 138 % más que todo el PP. La condición de líder del PSPV explica en parte el interés propio y el de su grupo en proyectar a quien pretende ser candidato a la Generalitat. Ha presentado 785 preguntas escritas, 6 orales (el noveno en este apartado) y 10 peticiones de información o contratos.

Cien actuaciones de Toni Cantó

En los cinco primeros lugares de esa clasificación aparecen diputados socialistas. El sexto puesto es para Joan Baldoví, con 437 iniciativas que llevan su firma. En el «top 10» también figura el diputado de Esquerra Unida Ricardo Sixto. Ciscar ocupa el lugar número 12 (216 acciones parlamentarias) por delante de Toni Cantó (UPyD), con 100. Los que menos iniciativas han registrado son los siete diputados del PP que han presentado nueve.

De nuevo Gerardo Camps, Vicente Ferrer o Ignacio Gil Lázaro están entre ellos. También Belén Hoyo, Ignacio Uriarte, Santiago Martínez y José López Garrido. El representante valenciano que más veces ha tomado la palabra es Sixto, con 30 preguntas orales, por delante de las socialistas Susana Ros (23) y Carmen Montón (20). Las populares Susana Camarero y Macarena Montesinos tienen registradas 17 y 13, respectivamente, cuando han protagonizado 53 y 29 iniciativas parlamentarias, según los datos de la Cámara Baja.

Susana Camarero es la más trabajadora de la bancada popular, a pesar de que su media de iniciativas no llega a tres al mes. Pero es que la actividad per cápita mensual de los populares no alcanza a ser de una iniciativa mensual, dado que son 336 las planteadas por los 20 en más de año y medio. A razón de 16,8 por barba. Los diez diputados socialistas han impulsado 4.663. Salen a 466 cada uno. El parlamentario de Compromís auspició las citadas 437, frente a las 350 de su colega de Sixto (EU).