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Fabra se autoproclama candidato al Consell para intentar frenar las dudas sobre su liderazgo en el PP

Cargos afines al presidente avalan el gesto para acabar con las maniobras internas

El presidente de la Generalitat, durante su intervención en la reunión de parlamentarios del PP, ayer en Valencia. efe

Acuciado por las maniobras internas para abrir un debate sobre la solidez de su liderazgo y de su candidatura a la Generalitat en 2015, a Alberto Fabra no le ha quedado otra que intentar parar el golpe. Por sorpresa y sin consultar con Génova ni tampoco con los pesos pesados del PP en la Comunidad, el jefe del Consell aprovechó ayer un acto en Valencia -un encuentro de parlamentarios- para intentar despejar cualquier atisbo de duda y calmar las aguas internas cuando, a la vuelta de la Navidad, arrancará una larga campaña electoral de año y medio con las elecciones europeas de por medio. «He estado con vosotros, estoy con vosotros y estaré con vosotros encabezando la candidatura del Partido Popular», lanzó Fabra ante un auditorio copado por cargos públicos que le respondió, aunque en alguno de los casos la procesión iba por dentro, con una salva de aplausos.

El recelo entre los más próximos al jefe del Consell venía de lejos. En los últimos tiempos, dentro de las filas del PP se habían multiplicado las especulaciones sobre los movimientos para acabar con Fabra, justo cuando las encuestas apuntan a un retroceso electoral y con los populares en el peor momento desde que llegaron a la Generalitat en 1995. Círculos de Madrid apuntaban al ministro García-Margallo como un aspirante de transición a la vista de los sondeos. Cargos populares incluían en la conspiración al presidente del PP en Valencia, Alfonso Rus, y a la propia Rita Barberá, con la que Fabra tiene una relación distante. Ambos estaban ayer sentados en primera fila. La estrategia pasaba por relevar al titular de la Generalitat antes de las elecciones para poder tomar el control de las próximas candidaturas electorales del PP.

Hace unas semanas, la preocupación se extendió aún más entre el círculo más estrecho de colaboradores de Fabra. En dos entrevistas públicas -una de ellas en Canal 9- el líder popular había esquivado el asunto para dejar su candidatura en manos de Génova. Aún siendo respetuoso con los tiempos que marca el PP, el propio Fabra alimentaba la incertidumbre. Cargos populares entendían que el jefe del Consell debía tener un gesto para tratar de zanjar el debate y anunciar su intención de aspirar a la Generalitat en 2015 cuando, por vez primera en dos décadas, está en juego el control del Ejecutivo autonómico. Estas fuentes apuntaron que, una vez aplazada la Junta Directiva Regional prevista para hace un par de semanas con la presencia de Esteban González Pons, la reunión de parlamentarios convocada para esta semana en Valencia con la excusa de analizar los presupuestos del Consell era el mejor escenario. Por dos razones, era un acto de partido y no institucional; y a ella tenían previsto acudir los principales cargos del PP. Sólo faltó Luisa Pastor. Tenía agenda completa en la Diputación. «El presidente tenía en sus manos acabar por completo con ese debate», reflexionó un dirigente del PP.

A la plana mayor de la cúpula popular, el anuncio de Fabra le pilló por sorpresa. Casi a pie cambiado. Nadie lo esperaba. El jefe del Consell no se lo había comunicado ni tampoco sus intenciones eran conocidas en Génova. Pero, al menos internamente, la operación de Fabra surtió el efecto deseado. Entre otros, Rus y Barberá se levantaron de la primera fila para aplaudir. Asunto concluído. Hasta dirigentes que no terminan de comulgar con el liderazgo de Fabra admitían ayer que el jefe del Consell, aunque fuera como una estrategia defensiva, había elegido un momento muy oportuno para intentar cortar ese debate interno. Después de Navidad, empezará la batalla de las elecciones europeas y ya habrá poco margen para seguir cuestionando su candidatura.

Precisamente, durante la clausura de la jornada con los parlamentarios del PP, el propio Fabra emplazó a los notables populares a olvidar las rencillas internas -«no perder ni un minuto con las líneas que otros quieren abrir», dijo- y, más allá de eso, se aferró a una recuperación de la economía para intentar dar la vuelta a las encuestas que, en estos momentos, vaticinan que los populares perderían la mayoría absoluta y con ello la Generalitat. «El proyecto del PP tiene las máximas posibilidades», dijo Fabra en un arranque, casi, de campaña electoral.

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