El futuro Consell ya ha empezado a tender puentes hacia los ayuntamientos, y lo ha hecho por boca del que, si se cumple el Pacte del Botànic, se convertirá en el sexto presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, y por boca del diputado de Compromís y vicepresidente de la Mesa de las Cortes, Enric Morera. Precisamente coincidiendo con la toma de posesión de las nuevas corporaciones municipales en la jornada de ayer, Puig reivindicó una «alianza entre los ayuntamientos y la Generalitat para atender directamente los problemas de los ciudadanos». Morera, por su parte, utilizó el término «cooperación» para que los nuevos gobiernos municipales, el Consell y las Cortes puedan contribuir a «solucionar la vida a las personas, las familias y las empresas». Uno y otro, al final, abogaban por una colaboración más estrecha entre la Administración autonómica y las locales.
Ximo Puig se mostró en estos términos en Castellón, donde asistió a la toma de posesión de la socialista Amparo Marco como alcaldesa de la ciudad, que gobernará junto a Compromís. Fue en este marco en el que Puig abogó por esta «alianza». No en vano, el candidato del PSPV hizo hincapié en que es fundamental un trabajo conjunto entre todas las administraciones «especialmente entre los municipios y la Generalitat para solucionar los problemas urgentes de los valencianos, puesto que estamos en una situación muy difícil que requiere de la actuación rápida e inmediata de los nuevos gobiernos progresistas».
El líder de los socialistas valencianos, lógicamente, tampoco ocultó su orgullo por el cambio político en la Comunidad, y aprovechó para pedir a todos los «ayuntamientos progresistas» constituidos ayer en las tres provincias «un giro social en las políticas para volver a poner por delante el interés general de las personas». En cualquier caso, Puig abogó por huir del «frentismo» y por hacer un trabajo conjunto de unión de los ciudadanos «para salir hacia delante y para lograr que esta de grandes oportunidades recupere el potencial que se merece».
Mientras, Enric Morera pidió esa «cooperación» entre ayuntamientos, Gobierno valenciano y Cortes desde la ciudad de Valencia, donde asistió al acto de constitución de la nueva Corporación municipal y a la proclamación de Joan Ribó como alcalde.
Ahora bien, el vicepresidente de la Mesa de las Cortes no se quedó ahí y puso el acento en la importancia de que el futuro Gobierno valenciano se cree con una «base de confianza» que permita crear un «equipo sólido». De momento, señaló que «se está trabajando bien porque se ha generado un espíritu de mucha confianza», tras la firma del Pacte del Botànic entre el PSPV, Compromís y Podemos, que debe marcar los ejes básicos de programa del próximo Consell. A partir de ahí, sentenció que «se ha de dejar trabajar porque hay que construir una base de confianza y equipo para que el cambio sea sólido y dure años, porque será señal de que se están haciendo bien las cosas».
Finalmente, y respecto a la portavocía del Gobierno valenciano para Mónica Oltra, admitió que lo han pedido y subrayó que «puede ser un gran Consell», que no sea un Ejecutivo «en exclusiva de partidos y coaliciones, sino para que la sociedad civil pueda participar», y para que «el éxito sea colectivo y comprometido en solucionar los problemas de la gente».
