La gran damnificada del «pucherazo» en las primarias de Podemos fue Nerea Belmonte. La hoy concejal de Acción Social y Vivienda en el Ayuntamiento de Alicante perdió la votación junto a su equipo y se quedó a 115 sufragios de alcanzar la secretaría general. Ayer, horas después de conocer los movimientos de la lista rival, Belmonte habló. Reclamó a las direcciones autonómica y nacional de Podemos que abran una investigación y adopten medidas si se confirman las irregularidades. «Los órganos de Valencia y Madrid tienen algo que decir. Los organismos que tiene Podemos tendrán que analizarlo», sentenció minutos antes de presenciar la mascletà de las Hogueras en la Plaza de los Luceros. La concejal recordó que todos los inscritos en la formación de Pablo Iglesias «deben cumplir» un riguroso código ético y se mostró convencida de que «se actuará en consecuencia» si las conversaciones que destapó este diario «son verdad». Belmonte apuntó entonces hacia el secretario general del partido en la capital, Jesús Bustos. «Tiene responsabilidad y si ha habido un incumplimiento del código ético, aceptarlo», respondió al ser cuestionada por si el líder de Podemos tendría que dimitir.
